domingo, 25 de noviembre de 2012

Capitulo 10


Salí lo más rápido que pude del lugar y empuje a Tom para que saliera de mi camino, no podía creer que fuera tan idiota. ¿Por qué estaba llorando?, ¿tanta rabia me había dado al saber que Tom no me llevaría? De todas formas no quería pedirle ayuda.

Sentí como se habría la puerta, seque mis lagrimas lo más rápido posible, pero no quise ver quien era aunque mi corazón empezaba a latir como loco, ¿Por qué seria?, ¿Cuál era la razón de que estuviera tan alocado? Decidí ver quien era… no lo podía creer… ¿Qué hacia en mi habitación?


– ¿Qué haces aquí?, ya me quedo claro que mañana tendré que salir sola.

Empieza a mirar por todos lados. – uhm… hable bien con Bill y me ha convencido en llevarte al trabajo mañana, así que te estaré esperando temprano.

No pude evitar soltar una sonrisa al escuchar aquellas palabras. – gracias.

Me da la espalda y comienza a salir de mi habitación mientras soltaba unas cuantas palabras de su boca. – no te emociones, solo lo hago para evitar que nuevamente me agarren a golpes Bill y Georg.

¿Solo lo izo por eso? que tierno es Bill en preocuparse por mi y yo que hace poco me comporte como una completa idiota… será mejor que le vaya a pedir disculpas por mi mal comportamiento.

Espere un par de minutos y Salí de mi habitación dirección al lugar donde estaba Bill y el tal Georg pero no estaban en donde los dos fueron espectadores de una pelea, y por ello los busque por todo el primer piso, pero no estaban en ningún sitio, así que me encamine al jardín. Era espectacular, además de ser tan grande como la casa y ahí se encontraban sentados frente a la piscina.


Me acerque con cautela y los chicos de dan cuenta de mi presencia. – Bill… vengo a disculparte por lo sucedido, de verdad no fue mi intención.

– no te preocupes, mi hermano es capaz de sacar de sus casillas a cualquiera, no te sientas mal por ello. – dice muy tranquilamente y con una sonrisa pegada en la cara.

    esta bien pero aun así quería decir que lo siento.

– Tom es algo temperamental pero es un buen chico tienes que saber ganarte su confianza. – pronuncio el acompañante de Bill.

No pude evitar recordar el suceso en aquella plaza, y al parecer en ese instante me ruborice porque sentía mis mejillas muy calientes. – es  muy cierto, pero no hablemos de eso que me vuelve el coraje.

Los chicos me invitaron a pasar la tarde con ellos, me hicieron reír como nunca, hace tiempo que no me la pasaba tan bien conocí al otro chico muy simpático y un tanto parecido a Tom, con la diferencia que él si sabia tratar a las chicas y la joven que estuviese a su lado es muy afortunada.

Ya era otro día y tenia que ir al trabajo, me levante y me arregle, baje a tomar desayuno y al parecer no había nadie en casa, ¿será que a Tom se le ha olvidado llevarme al trabajo? Conociendo como es de tonto es lo más probable. Tome desayuno sola y algo asustada porque no se que camino tomar o donde tomar un taxi, si llegase a tiempo eso seria una gran hazaña que algún día se la contaría a mis hijos.

Fui a mi habitación a buscar mis cosas para luego partir, baje las escaleras rápido y a la vez cuidadosamente para no tropezar. Al abrir la puerta se escucha una voz, miro hacia donde provenía el sonido y lo vi apoyado con los brazos cruzados.

– ¿se te ha olvidado que te tengo que llevar al trabajo?

  – creí que se te había olvidado por eso me iba a ir sola. – dije algo avergonzada y a la vez sorprendida.

– pensé que lo habíamos hablado ayer, pero en fin se te hace tarde. – dice mientras se encamina a donde estoy yo, pasa por a lado y sale de casa.

– gracias Tom. – digo saliendo de casa y cerrando la puerta.

 El se detiene y me mira de re ojos, con aquella sonrisa picarona – no me des las gracias, ya sabes el porque de esto, esperemos que puedas seguir mi ritmo al caminar. – sentencia y nuevamente empieza su recorrido. ¿Qué abra querido decir con eso?

Al paso de unas cuadras podía entender a que se refería, es un desconsiderado hacerme correr con tacos es un gran troglodita. En realidad caminaba muy rápido y apenas podía seguirlo, de vez en cuando miraba hacia atrás para asegurarse que le seguía y cuando me llevaba una gran ventaja disminuía el ritmo.

Habíamos caminado unos 20 min para poder conseguir un taxi. Ya sentada por fin cierro mis ojos y suspiro – por fin me he sentado, me duelen mucho mis pies y todo gracias a ti idiota.

 Sonríe satisfecho de su venganza, porque eso parecía.    pues de nada, ya hacia mucho que no hacías ejercicio y una caminata así no te aria nada de mal.

– ¿y desde cuando que te importa mi salud? – solté fulminándolo con la mirada.

  – no me hagas escándalo aquí o le digo al taxista que me deje aquí y me devuelvo a casa.

– ¡pues hazlo, ya no te necesito!

– como digas, señor ¿me puede dejar aquí? – el taxista asiente y detiene el coche, Tom se baja y me deja sola.

– ¿señorita todavía va al lugar que me dijo? – dice el chófer tranquilamente.

– si.

No lo podía creer me ha dejado sola, pero por suerte estoy arriba de un taxi que me llevara al trabajo, el asunto seria ¿Cómo me volveré a casa?, ¿será que alguien me vendrá a buscar?