domingo, 30 de diciembre de 2012

Capitulo 14



– ¿no debería preguntar lo mismo?

– pues… no podía dormir y vine a observar la luna. Y tú… ¿Qué haces aquí Tom?

– escuche a un ratón salir de una de las habitaciones y quise inspeccionar de que se trataba.

 – ¡hey yo no soy ningún ratón!

– yo no he dicho que seas uno, ¿o si?

Estúpido, siempre con sus juegos extraños de palabras que me hacen caer. No se el porque pero… ¿Por qué siento mi cara tan caliente? – no, no lo haz dicho.

– entonces no mal interpretes mis palabras.

– lo siento…

– será mejor que entres hace mucho frío y te puedes resfriar.

¿Porque?, ¿Por qué se preocupa por mi? – am… si entrare en un rato más.

– entonces ponte esto, no quiero que Bill me culpe de que hayas pegado un resfrío. – me tira una manta la cual agarro y se va. ¿Por qué es así ahora que estamos solos y cuando estamos con los demás le soy indiferente?

Al final pase toda la noche afuera, observando las estrellas y pensando en Jared, en Tom y… en mí… ¿Qué pasara si mis sentimientos comienzan a cambiar? Eran las 9 de la mañana y despierto en mi habitación, miro a la puerta y no había nadie, me sentía extraña como si alguien hubiera estado conmigo, ¿solo fue un sueño?, ¿Quién me habrá traído a mi habitación si yo recuerdo no haber entrado?

Arregle mis cosas y me metí a la tina, quería sentir como la tibia agua corría por mi  cuerpo, quería despejar mi mente pero a la vez recordar… ¿Cómo llegue a mi habitación?

Me aliste y baje a tomar desayuno, era extraño no había nadie solamente Tom. – hola Tom, ¿Cómo amaneciste? – dije algo mareada y aturdida.

– ¿se supone que bien?, y tu… ¿Cómo amaneciste?

Me paro a servirme el desayuno, comienzo a sentir que todo mí alrededor me da vueltas, por suerte tenia la mesa para afirmarme. – creo que no muy bien. – digo sonriente.

Se gira para verme. – estas pálida, te dije que te fueras acostar temprano porque afuera empezaba hacer frío.

– ¿Por qué lo dices Tom? – ahora ¿Qué le sucede?

– hoy en la mañana cuando iba a dar una vuelta te encontré dormida afuera, te dije que te fueras acostar.

– pero…  si no me ha pasado nada, estaré bien no te preocupes. 

– estas pálida y si toco tu frente estarás ardiendo, será mejor que te vayas a la cama a descansar.

– estaré bien, no tienes porque preocuparte por mi. – no aguantaba más Tom tenia razón debería descansar, me sentía ardiendo, parece que me he enfermado… ¿Por qué empiezo a ver todo oscuro?

No se que hora y que día será, pero no me siento muy bien mi cabeza arde y me duele un poco, no paro de toser y de estornudar, lo único que se es que Tom estaba a un lado de mi habitación sentado y tocando una guitarra.

– uhmm… ¿Dónde estoy?

– estas en tu habitación, lo chicos están arreglando sus cosas porque nos iremos gracias a ti.

Miro a Tom y luego miro al techo. – lo siento Tom… no fue mi intención.

– ya deja de decir eso, pareces una estúpida repitiendo a cada rato “lo siento”

Después de aquellas palabras no pude evitar sonreír, pero me sentía muy mal para poder decir algo más.  Él me toca la frente y dice <<todavía estar ardiendo,  será mejor que te vuelva a mojar el paño>>  él saco lo que tenia en la frente y lo metió a una fuente que al parecer era agua, lo saco, estrujo un poco y nuevamente vuelve al lugar en donde estaba… en mi cabeza.

– nunca pensé que Tom Kaulitz fuese tan atento con alguna chica si no es por alguna razón en especifica. – dije mirando su rostro y a la vez algo divertida.

 El joven guitarrista queda sin habla y muy serio, la queda observando y luego se para saliendo de la habitación mientras decía. –  solo le hice el favor a Bill de cuidarte mientras él empaca sus cosas… no pienses cosas que no son.
Sin más que decir abre la puerta de la habitación y ve que estaba parado Bill con cara de preocupación. – ¡Tom te dije que esperaras a que llegara y no te fueras antes!

– pero ya estas aquí y yo me largo de este lugar estoy aburrido.

– ya vete idiota, me quedare con ella arreglando sus cosas para irnos y Bella no le hagas caso de las estupideces que mi hermano dice.

¿Qué era esto?, ¿acaso me están tomando el pelo? De verdad son muy dementes.

Bill  empaco mis cosas, y quería ayudarlo puesto que me sentía mal verle solo con mis pertenencias. Mi querido amigo me dijo que cerrara mis ojos y durmiera y fe así como sucedió.

Ya estábamos en casa, los chicos habían llevado a un medico para que me revisara y cuidara que mi gripe no fuera a empeorar. Con ello también trascurrían los días todo era muy pacifico y mientras los chicos no estaban me quedaba con Erin, compartíamos muchas de cosas y cada hora que pasaba nos volvíamos amigas inseparables o estaba en mi habitación realizando nuevos diseños a mi cliente preferido y por cierto un gran amigo.

Un día después de haber agotado mi imaginación me encamine a los sitios desconocidos de aquel condominio, deseaba conocer más haya y observar los peligros sin imaginar que mi camino volvía a cambiar de rumbo.

– ¿Bella que haces por estos lugares?

viernes, 28 de diciembre de 2012

Capitulo 13



– claro que si, él me ha hablado mucho de ti y hasta me dijo que eras novia de Tom. Así que ten cuidado con ese chico ya conocerás su fama. – al terminar de decir aquellas palabras me queda mirando y guiña un ojo, ¿era lo que estará pensando?

–pe… pero ¿Qué estas diciendo?, ¿Quién te dijo eso?

– Georg, ¿Quién más me lo podría decir?

– creo que alguien me debe una gran explicación.

   – ¿Qué explicación?

– ¡Bill tanto tiempo sin verte!

– si mucho Erin, pero no me cambien de tema, ¿de que están hablando?

– es que Erin piensa que yo y Tom somos novios y no es así, explícale Bill.

– claro, ellos no son novios pero pronto lo serán.

  – ¡Bill tengo novio!

Después de aquella escena un tanto bochornosa nos dirigimos afuera y partimos rumbo a… algún lugar, el camino fue un tanto largo, pero ameno, Bill al parecer estaba dormido y Tom estaba a cargo de la conducción, entre los dos no había ningún tipo de conexión (o eso era lo que yo creía), y mientras yo… observaba el hermoso paisaje que nos rodeaba, era todo muy espectacular, hasta que por fin llegamos a una hermosa cabaña, nunca imagine que pudiese ser grande y a la vez muy rustica.

Los chicos empezaron a bajar las cosas de los autos y mientas con Erin fuimos a recorrer el lugar. Cada paso que daba me encontraba con algo nuevo, mis sentimientos comenzaban a evolucionar cada segundo que seguía ahí. Pare cerrando completamente mis ojos y dejar llevar a mi imaginación, sentir como hablaba la naturaleza es lo mejor que podría sentir en estos momentos, me hacia falta esta tranquilidad.

A lo lejos puedo oír la caída de agua, si, era una pequeña cascada que estaba cerca del lugar. Abrí mis ojos y empecé a caminar, escuchando cada vez más cerca aquella cascada hasta que la encontré, Erin me seguía y preguntaba que me sucedía, pero pudo entender cuando vio el paraíso que teníamos frente a nosotras.

– es espectacular, ¿Cómo sabias de este lugar? – decía mi acompañante muy sorprendida.

  – solo escuche la voz de la naturaleza.

– ¿Cómo es eso?

   – si no sabes hablar el idioma de la naturaleza te quedaras estancada en una ciudad miserable y aglomerada.

– eres espectacular y muy sabia Bella.

 – gracias, disfrutemos un poco del paisaje y después vayamos por los chicos.

Nos sentamos y platicamos un poco para conocernos, le conté toda la historia desde antes de conocer a Tom, le hable de Jared y de lo espectacular que era conmigo, además de no saber nada de él desde hace unas semanas… ¿Qué estará haciendo ahora?

Fuimos a la cabaña, los chicos tenían todo preparado y de hecho estaba haciendo un asado, si serán glotones, en fin Bill siempre tan preocupado.

– ¡Bill encontramos un lugar espectacular para ir más tarde!

  – primero que nada ¿Dónde se habían metido?, estaba un poco preocupado.

Al escuchar lo que seguramente diría papá, no pude más que reír a carcajadas. – Bill no eres mi padre para preocuparte tanto, solo fuimos a recorrer con Erin.

 – eso me hace pensar que Bill esta enamorado de ti Bella. – dice Tom con una voz un tanto irónica.

Al escuchar que su hermano lo molesta le sigue el juego diciendo. – ¿acaso estas celoso?

– ¡para nada Bill quédatela si quieres, esa chica no es de mi gusto!

– ¡si como no Thomas! – dice Gustav y Georg a coro.

La tarde trascurría muy rápido, no nos habíamos dado cuenta y ya se termino todo lo que se había preparado. Tomamos un bajativo, hicimos sobremesa y después los guíe hacia el paraíso.

Los chicos quedaron con la boca abierta puesto que de las veces que habían ido al lugar nunca supieron la existencia de aquella cascada. De inmediato se prepararon y se metieron al agua, yo los observaba como se divertían y salpicaban agua por todos lados, hasta que mi mejor amigo se acerca y se sienta a mi lado.

– ¿te encuentras bien Bella?

– claro que si, solo que…

– ¿extrañas al estúpido de Jared?

 – si… no he sabido nada de él hace semanas y… lo extraño.

– Bella no deberías estar pensando en ese idiota, más que seguro se esta divirtiendo con alguna de sus “amigas”

– Gustav no digas eso de Jared, debe de estar muy ocupado, es todo.

– yo lo dudo.  – se para y se va. ¿Qué le habrá pasado?, ¿Por qué se llevan tan mal?

Ya era de noche y todos dormían, o eso parecía. Me daba vueltas en mi cama para ver si me acomodaba y me entregaba a los brazos de Morfeo pero era inútil, así que me levante y Salí fuera de casa a observar las estrellas y la luna que brillaba con todo su resplandor.

– ¿Qué haces despierta a estas horas? – escuche una voz que provenía detrás de mi que me hace dar vuelta.

– ¿Qué haces aquí?, ¿no deberías estar durmiendo?

– ¿no debería preguntar lo mismo?

jueves, 27 de diciembre de 2012

Capitulo 12



No podía ser, era Tom… mis lagrimas comenzaron a salir sin más, ¿era un sueño?, ¿Por qué llegas justo en este momento?, ¿Por qué dijiste eso? Me confundes Tom… ¿Por qué me confundes de esta manera?

Se separa un poco de mi. – ¿te encuentras bien?

Lo quede mirando sorprendida y le abrazo sin pensarlo prácticamente llorando. – ¡tenia mucho miedo, no sabia que hacer!

– tendrías que haber salido corriendo de aquí  no quedarte como una estúpida mirando.

   – ¡y tu debiste de haberme ido a buscar al trabajo, idiota si veías que se hacia tarde era lo mínimo que podías hacer! – ¿este era idiota o se hacia?, ¿Cómo se le ocurre decir eso en estos momentos? Como si yo hubiese sabido que me pasaría esto.

– no es mi obligación, solamente Salí porque Bill me insistió tanto para que saliera a buscarte que termine fastidiándome y peleando con él por tu culpa. – dice un tanto molesto mientras comienza a caminar.

Corro y le tomo una mano deteniéndolo. – gracias por salvarme. – digo algo ruborizada.

Él se detiene, voltea su rostro con una sonrisa satisfactoria.  – nada de gracias, me debes una, así que prepárate para ser mi esclava mínimo un mes.

Definitivamente es idiota en eso sin duda alguna. Al abrir la puerta lo primero que pudimos ver fue a Bill con una cara de preocupación y al verme corre abrazarme. – ¡Bella por fin estas aquí!, estaba muy preocupado por ti.

– lo siento Bill por preocuparte, pero ya estoy en casa.

  – disculpa, pero me tome la libertad de entrar a tu cuarto y prepararte el baño, así que ve a darte una ducha porque debes de estar exhausta que mientras yo te calentare la cena.

 – gracias Bill, no debiste de haber hecho eso por mi.

– te veo como una hermana que nunca tuve y con Tom no puedo hacer lo mismo porque luego me dice que soy gay.

No pude evitar sonreír después de aquellas palabras. – entonces tu hermano es un estúpido al no darse cuenta de el gran hermano que tiene.

Después de aquellas palabras me fui a bañar y recordando lo sucedido anteriormente, no podía creer que Tom fuera tan considerado a tal punto de proteger a alguien… lo vez tan egocéntrico, un seductor de primera y aun así ese chico tiene corazón… no se porque no le creo que le hayan obligado a ir en mi búsqueda.

Salí del baño pensando, algo lo encontraba muy extraño en mi habitación, cerré mis ojos y comencé a mirar el cielo. – ¡para de pensar en ese estúpido de Tom que no vale la pena!

– entonces… ¿Por qué estas en la habitación de una persona que según tu no vale la pena y más encima tapada solamente con una toalla? – escuche de un extremo de la habitación, no podía ser, ¿o si?

Mire lentamente de donde provenía  la voz y estaba ahí, sentado en la cama son su típica sonrisa de diversión y a la vez tan serio. – ¡Tu ¿Qué demonios haces en mi habitación?!

– para tu información… ¡es mi habitación debo ser yo quien haga esa pregunta!

Mire a todos lados, esa no era mi pieza, ¿Cómo llegue a esta situación? Me mire de reojos y no pude evitar ruborizarme. –  hahahaha… yo… ¡me tengo que ir!

Salí corriendo de esa habitación, por suerte la puerta no estaba cerrada con llave, entre a la pieza correcta y me tire en la cama. ¡Idiota, idiota, idiota lo odio! ¿Cómo se le ocurre hacerme esto? Uhm… bueno lo sucedido no fue mi culpa, pero en fin lo hecho esta hecho. Me puse mi pijama y seque mi cabello, luego me acorde que mi novio no ha llamado y hace días que no se nada de él así que lo llame a su celular, pero este me mandaba al buzón de mensajes.

– va, quizás su celular este descargado, mejor lo llamare mañana. – con esas palabras me fui acostar muy convencida de ello, pero ¿Quién se imaginaria que estaría haciendo en estos momentos?

Los días trascurrían lentos, la relación que tenía con el gemelo de Bill no cambiaba mucho, aunque en ocasiones hacíamos bromas un tanto pesadas, pero nos reíamos juntos y Bill como siempre diciendo “que linda pareja hacen.”  Hoy nos iríamos de día de campo junto a mi mejor amigo Gustav, Georg y su novia esto me emociona mucho saber que conoceré a la afortunada que tiene el corazón de Georg.

– ¿Cómo van las maletas Tom? – dije con un tono medio burlón, viendo   que apenas podía con ellas.

– ¡ríe Bella, ríe ya te quiero ver a ti en mi lugar!

– si, como no.

– ¡Bill idiota necesito tu ayuda aquí!

   – Bill esa dentro de casa no te escuchará ya que gritas como nena.

– ¡Bill si no llegas en menos de un segundo morirás!

Me acerco a él y le doy una mano, pobre Tom se veía tan molesto. – estúpido si pones esto aquí y eso haya no tendrás ningún problema, y a todo esto ya esta soy mejor que tu Kaulitz.

 – como te gustaría.

   – ¡Tom tu siempre tan problemático para todo, pero si se trata de chicas ni te complicas! – dice una chica misteriosa riendo por lo sucedido, ¿Quién podría ser?

– ¡Georg calla a tu novia de una vez! Siempre que la veo comienza a burlarse de mí.

– tu te lo buscas Tom, ella dice la verdad, ¿o no Bella?

   – por supuesto que es verdad, siempre haciendo problemas por todo, pero mejor me voy a ver que esta haciendo Bill.

– ¡te acompaño! – dice la chica sonriéndome y juntas entramos a casa.

  – am… disculpa, ¿tu eres la novia de Georg, verdad?

– si, me llamo Erin ¿y tu eres Bella?, ¿estoy en lo correcto?

   – si, soy bella, supongo que te lo dijo Georg.

– claro que si, él me ha hablado mucho de ti y hasta me dijo que eras novia de Tom. Así que ten cuidado con ese chico ya conocerás su fama. – al terminar de decir aquellas palabras me queda mirando y guiña un ojo, ¿era lo que estará pensando?

Capitulo 11



No lo podía creer me ha dejado sola, pero por suerte estoy arriba de un taxi que me llevara al trabajo, el asunto seria ¿Cómo me volveré a casa?, ¿será que alguien me vendrá a buscar?

Llegue a penas al trabajo, tuve que lidiar con un taco de unos 30 min. No podía esperar mucho así que le pague al conductor y me baje, por suerte estaba solo a unas cuadras del edificio y como iba atrasada no lo pensé dos veces y comencé a caminar lo más rápido posible.

 – ¿acaso no podría ser peor este día? Hoy me levanto, tomo desayuno sola creyendo que tendría que venir sola al trabajo, luego me encuentro con Tom me hace prácticamente correr por las calles y cuando pensaba que estaba a salvo me deja en el taxi sola y detenidos por el trafico que ahí. ¡Y ahora esto! Nuevamente tengo que caminar veloz para poder llegar a más tardar en 15 minutos. – decía en voz alta mientras iba caminando.

¡Por fin! Había llegado a mí puesto de trabajo, me senté y descanse 1 minuto, puesto que me habían mandado a llamar porque tenía que atender a un cliente. Definitivamente este no seria mi mejor día.

Fui a la oficina de mi jefe, escuche que hablaba con dos chicos que al parecer buscaban accesoria.

– ¡Bella por fin llegas!, ella es mi mejor diseñadora, y se que su trabajo les gustara.

El chico se para, da media vuelta y me mira sonriente. – no habrá duda que me encantara lo que ella prepare para mi.

¿Qué hacia Bill aquí? Es una respuesta muy obvia, aun asó me sorprendió, ¡se suponía que tendría cosas que hacer por eso no me podría traer, ¿Qué esta planeando?!

No se como era mi cara o como fue mi reacción, pero no fue muy buena porque Dior me grita. – ¡Bella, por favor niña atiende al joven en tu oficina!

– ¡ah! Si claro, joven sígame por aquí.

Le guíe a mi oficina y ahora estábamos solos.

– ahora si ¡Hola Bella!, ¿Tom te ha traído al trabajo como habíamos acordado? – y su sonrisa no se borraba de su cara, al parecer disfrutaba verme en esta situación.

– Hola Bill, por suerte ya estoy bien solo me duelen un poco los pies y con respecto a tu hermano… ¡cuando llegue a casa lo matare!, ¿Cómo se le ocurre dejarme sola en un taxi y después hacerme caminar hasta aquí?

En aquel instante aquella felicidad se le había borrado de la cara, ahora estaba completamente serio. – ¿te ha dejado sola en un taxi? Que idiota es, al parecer no ha cumplido con el trato.

Me siento y suspiro. – pues déjalo así Bill, ya se como es Tom solo quiere vengarse, eso es todo. – recapacitando yo me había sentado y mi cliente estaba totalmente parado.  Lo miro y le digo algo avergonzada.

– ¡Bill lo siento, toma asiento!

– gracias.

  – y bien dime, ¿Qué es lo que quieres que haga por ti?

Con esas palabras claves empezamos a trabajar. Tuvimos una mañana un tanto complicada, con eso de crear un guarda ropas nuevo para Bill y si bien aquella reunión era prácticamente de trabajo, también reímos y pude olvidar lo sucedido con su hermano aquella mañana.

Mi nuevo cliente se había retirado, y con ello me había quedado sola empezando a pasar al limpio los bocetos del chico. La tarde se me paso realmente volando y si no es por la recepcionista yo me habría quedado a dentro de la empresa.

Salí del edificio y la noche estaba hermosa, fría pero estrellada más no poder. Miraba a todos lados y no encontraba ninguna cara familiar, no encontraba a Tom se supina que me vendría a buscar… “se suponía” el nunca me dijo que me esperaría para ir a casa o iría por mi.

Me arme de valor y empecé a caminar para encontrar un taxi por suerte había encontrado uno, pero cuando me pregunta a donde deseaba dirigirme… ¿Dónde quería ir?, ¿Qué camino tomar?, ¿Cómo se llama la calle de mi destino? No pude responder así que le empecé a guiar el camino, todo iba espectacular hasta que el taxista me dijo que llegaba hasta este lugar, ya que se le estaba prohibido seguir más adelante. Le pague y me baje, empecé a inspeccionar, tratar de aprenderme el recorrido de memoria, al parecer todo es muy distinto de noche por estos lados.

Comencé mi camino y sentí que me seguían, pare y los pasos (que al parecer no eran los míos se detuvieron), al percibir que solo era mi imaginación comencé a caminar más rápido.

Nuevamente sentí la pisada de otro ser, nuevamente me detengo y comienzo a mirar a todos lados y grito. – ¡Tom no es gracioso así que sal de donde quiera que estés! – espere unos segundos sin conseguir respuesta, el miedo ya comenzaba a emanar por mi piel y sin pensarlo dos veces seguí mi camino casi corriendo.

Mi camino terminaba en una esquina en donde había un hombre parado con una sonrisa diabólica, disfrutando lo sucedido y que por mi parte no encontraba chistoso. El sujeto comienza acercarse a mi, si bien ahora era el momento de correr mis pies estaban paralizados del miedo que sentía, ¿Qué debía hacer? El hombre ya estaba a menos de un metro de mi y yo sin reaccionar, de la nada aparece otro sujeto que lo agarra de la espalda y  comienza a golpearlo. ¿Quién era mi héroe?, con la poca iluminación no podía ver su rostro, cuando ya el primer sujeto no podía ponerse de pie, mi héroe me abraza y dice.  – ¡no te vuelvas a meter con mi chica o a la próxima te mato a golpes!

domingo, 25 de noviembre de 2012

Capitulo 10


Salí lo más rápido que pude del lugar y empuje a Tom para que saliera de mi camino, no podía creer que fuera tan idiota. ¿Por qué estaba llorando?, ¿tanta rabia me había dado al saber que Tom no me llevaría? De todas formas no quería pedirle ayuda.

Sentí como se habría la puerta, seque mis lagrimas lo más rápido posible, pero no quise ver quien era aunque mi corazón empezaba a latir como loco, ¿Por qué seria?, ¿Cuál era la razón de que estuviera tan alocado? Decidí ver quien era… no lo podía creer… ¿Qué hacia en mi habitación?


– ¿Qué haces aquí?, ya me quedo claro que mañana tendré que salir sola.

Empieza a mirar por todos lados. – uhm… hable bien con Bill y me ha convencido en llevarte al trabajo mañana, así que te estaré esperando temprano.

No pude evitar soltar una sonrisa al escuchar aquellas palabras. – gracias.

Me da la espalda y comienza a salir de mi habitación mientras soltaba unas cuantas palabras de su boca. – no te emociones, solo lo hago para evitar que nuevamente me agarren a golpes Bill y Georg.

¿Solo lo izo por eso? que tierno es Bill en preocuparse por mi y yo que hace poco me comporte como una completa idiota… será mejor que le vaya a pedir disculpas por mi mal comportamiento.

Espere un par de minutos y Salí de mi habitación dirección al lugar donde estaba Bill y el tal Georg pero no estaban en donde los dos fueron espectadores de una pelea, y por ello los busque por todo el primer piso, pero no estaban en ningún sitio, así que me encamine al jardín. Era espectacular, además de ser tan grande como la casa y ahí se encontraban sentados frente a la piscina.


Me acerque con cautela y los chicos de dan cuenta de mi presencia. – Bill… vengo a disculparte por lo sucedido, de verdad no fue mi intención.

– no te preocupes, mi hermano es capaz de sacar de sus casillas a cualquiera, no te sientas mal por ello. – dice muy tranquilamente y con una sonrisa pegada en la cara.

    esta bien pero aun así quería decir que lo siento.

– Tom es algo temperamental pero es un buen chico tienes que saber ganarte su confianza. – pronuncio el acompañante de Bill.

No pude evitar recordar el suceso en aquella plaza, y al parecer en ese instante me ruborice porque sentía mis mejillas muy calientes. – es  muy cierto, pero no hablemos de eso que me vuelve el coraje.

Los chicos me invitaron a pasar la tarde con ellos, me hicieron reír como nunca, hace tiempo que no me la pasaba tan bien conocí al otro chico muy simpático y un tanto parecido a Tom, con la diferencia que él si sabia tratar a las chicas y la joven que estuviese a su lado es muy afortunada.

Ya era otro día y tenia que ir al trabajo, me levante y me arregle, baje a tomar desayuno y al parecer no había nadie en casa, ¿será que a Tom se le ha olvidado llevarme al trabajo? Conociendo como es de tonto es lo más probable. Tome desayuno sola y algo asustada porque no se que camino tomar o donde tomar un taxi, si llegase a tiempo eso seria una gran hazaña que algún día se la contaría a mis hijos.

Fui a mi habitación a buscar mis cosas para luego partir, baje las escaleras rápido y a la vez cuidadosamente para no tropezar. Al abrir la puerta se escucha una voz, miro hacia donde provenía el sonido y lo vi apoyado con los brazos cruzados.

– ¿se te ha olvidado que te tengo que llevar al trabajo?

  – creí que se te había olvidado por eso me iba a ir sola. – dije algo avergonzada y a la vez sorprendida.

– pensé que lo habíamos hablado ayer, pero en fin se te hace tarde. – dice mientras se encamina a donde estoy yo, pasa por a lado y sale de casa.

– gracias Tom. – digo saliendo de casa y cerrando la puerta.

 El se detiene y me mira de re ojos, con aquella sonrisa picarona – no me des las gracias, ya sabes el porque de esto, esperemos que puedas seguir mi ritmo al caminar. – sentencia y nuevamente empieza su recorrido. ¿Qué abra querido decir con eso?

Al paso de unas cuadras podía entender a que se refería, es un desconsiderado hacerme correr con tacos es un gran troglodita. En realidad caminaba muy rápido y apenas podía seguirlo, de vez en cuando miraba hacia atrás para asegurarse que le seguía y cuando me llevaba una gran ventaja disminuía el ritmo.

Habíamos caminado unos 20 min para poder conseguir un taxi. Ya sentada por fin cierro mis ojos y suspiro – por fin me he sentado, me duelen mucho mis pies y todo gracias a ti idiota.

 Sonríe satisfecho de su venganza, porque eso parecía.    pues de nada, ya hacia mucho que no hacías ejercicio y una caminata así no te aria nada de mal.

– ¿y desde cuando que te importa mi salud? – solté fulminándolo con la mirada.

  – no me hagas escándalo aquí o le digo al taxista que me deje aquí y me devuelvo a casa.

– ¡pues hazlo, ya no te necesito!

– como digas, señor ¿me puede dejar aquí? – el taxista asiente y detiene el coche, Tom se baja y me deja sola.

– ¿señorita todavía va al lugar que me dijo? – dice el chófer tranquilamente.

– si.

No lo podía creer me ha dejado sola, pero por suerte estoy arriba de un taxi que me llevara al trabajo, el asunto seria ¿Cómo me volveré a casa?, ¿será que alguien me vendrá a buscar?

jueves, 18 de octubre de 2012

Capitulo 9


– Bella… definitivamente será más difícil de lo que creí.


¿Qué debía hacer?, ¿Por qué me ponía tan nerviosa al ver su silueta…? ¿Por qué…? Si bien no quería encontrarme con Tom, las opciones son dos… la primera es quedarme encerrada y morir de hambre o la segunda es salir e ignorar su existencia, hace como si solamente fuese una sombra.

Por supuesto elegí la segunda no me iba a morir de hambre por culpa de un idiota engreído. Salí de mi habitación, fui directo a la cocina y me encontré con Bill.

– hola Bella, ¿Cómo estas?

– Hola Bill, estoy bien gracias.

– ¿no haz tenido problema al movilizarte por la casa? –  pregunta con un tono de preocupación y a la vez con dulzura.

 – no, para nada gracias por preocuparte de una extraña me haces recordar a mi padre.

– claro que me preocupo eres nuestra invitada.

– gracias. – le dije sonriente.

Empezamos hablar cosas de nuestras vidas, para conocernos mejor Bill me pareció una persona muy dulce. Me hacia reír con cada anécdota que tenia con su hermano, estábamos en pleno desayuno y aparece un chico… se sienta frente a mi y empieza a servirse. Estaba muy nerviosa se supone que tenia que ignorarlo pero se me hacia muy difícil.

No aguantaba aquel silencio que se había formado en la cocina así que dije lo primero que se me vino a la cabeza. –  am… Bill… ¿te quedaras hoy en casa?, no me gustaría quedarme sola.

– claro que si, al parecer no tenemos nada para hoy. ¿Qué deseas hacer hoy? Yo Hare que tu deseo se haga realidad ya que siempre quise tener una hermana. – dice muy entusiasmado.

– Bill acuérdate que hoy tenemos ensayo y no podemos faltar. – dice indiferente y mirando su desayuno.

–uhm… ahora que lo mencionas tienes razón, lo siento Bella tendrá que ser en otra ocasión.

– no te preocupes Bill estaré bien espero que les vaya bien y le mandas saludos a Gustav.

– más que seguro vendrá a verte, se nota que cuida mucho de ti.

– lo se… es como mi hermano, nos conocemos hace mucho tiempo.

Se levanta de la mesa y deja la loza sucia en el lava manos. – si ya terminaste Bill ¿nos podemos ir? Llegaremos tarde.

  Susurrándome dice. – lo siento Bella hoy mi hermano se ha despertado de malas, llegaremos temprano estas en tu casa cuídate. – se levanta y se va.

Que mal genio tiene de verdad no entiendo como su hermano lo soporta, ahora que lo pienso para ser hermanos gemelos son muy diferentes.

Ha pasado un mes de aquel incidente en la cocina, con Tom no nos llevábamos tan bien siempre peleábamos y Bill entre medio separándonos junto con Gustav que iba todos los días a ver como me encontraba, en realidad para cerciorarse de que seguíamos con vida.

Por suerte mía ya me había quitado el yeso que tenia en la pierna, ha sido un mes en el cual no he visto a mi novio y de todas formas lo extrañaba, pero no podía saber que estaba en la casa de otros chicos o si no haría un escándalo y eso quería evitar a toda costa y por otro lado ya mañana empezaría a trabajar. El problema era que solamente había salido una vez y no conocía el camino.

– ¡Bill necesito que me hagas una favor!

– ¿Cuál seria Bella?

 – necesito que me enseñes el camino para poder regresar a casa ya que no se lo puedo pedir a Gustav. – digo algo avergonzada y ruborizada.

– ¿y cuando seria eso?

– uhm… ¿mañana?

– lo siento, pero no podré, saldré muy temprano y no creo que quieras ir conmigo, ¿Por qué no se lo pides a Tom?

– ¿estas demente? ¡Prefiero ir sola con ayuda de un mapa!

– es lo único que puedo ofrecerte, no pienso dejarte salir sola a la calle. ¡Tom ven aquí!

Se acerca a nosotros un tanto irritado. – ¿Qué quieres Bill?

– quiero pedirte que mañana acompañes a Bella a su trabajo y le enseñes el camino.

– ¡eso ni hablar, que vaya sola ya esta bastante grande para eso!

– pero no sabe el camino así que se lo enseñaras tu. – dice con una sonrisa burlona.

– ¡en tus sueños! Y si ese fuese el caso ¿Por qué no la llevas tu?

– yo tengo otros compromisos así que no la podré llevar. – siente el timbre y se dirige abrir.

– ¡Tom no te escapes llevaras a Bella a su trabajo y se acabo!

Llega con otro chico a su lado y empieza a gruñir. – ¡te he dicho que salga sola, no nació acompañada!

– Tom me extraña que no quieras acompañar a una chica tan linda como ella a su trabajo. – dice el chico recién llegado y se sienta a mi lado.

– ya se me hacia raro, pues iré sola no te preocupes.

– Bill y ¿Por qué no la lleva Georg?

Me levante enojada y lo encaro. – ¿tu estas loco o te haces?, ¿Por qué dejarle la responsabilidad a alguien que no conozco?, ¡eres de lo peor Thomas si no quieres llevarme solo dilo y ya! – la rabia me consumía, no aguantaba más aquella situación y tampoco me había dado cuenta de lo cerca que estábamos el uno del otro baje la mirada y con algo de pena dije. – lo siento Bill por este escándalo…

Salí lo más rápido que pude del lugar y empuje a Tom para que saliera de mi camino, no podía creer que fuera tan idiota. ¿Por qué estaba llorando?, ¿tanta rabia me había dado al saber que Tom no me llevaría? De todas formas no quería pedirle ayuda.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Capitulo 8

a casa, Gus llevo la maleta que no me acordaba que tenía. Era muy grande esa casa, miento no era una casa era una mansión pero era muy linda, llena de vegetación me gustaba mucho y por dentro era más impresionante.

Me sentó en el sillón de la sala de estar, frente a una enorme escalera que daba al segundo piso y grita el nombre de Tom, no pensé nada malo porque en este mundo existen muchas personas con ese nombre, pero me había equivocado, él bajaba poco a poco, no me lo podía creer ¿yo y Tom bajo el mismo techo?

– ¿Qué haces aquí? – dije atónita por la situación.

– eso debería decirlo yo puesto que es mi casa ¿no? Es verdad… no podía hacer nada contra eso.

      – Tom ¿Por qué no la ayudas con sus cosas?

 – ¡no necesito ayuda de nadie y mucho menos de él, yo puedo sola!

      – ¿pero estas enyesada?

– eso no es impedimento para subir las escaleras.

     – ella ha hablado, con su permiso me retiro. – me mira y da media vuelta, subiendo nueva mente las escaleras.

– discúlpalo suele comportarse así, es un completo tarado.

– no te preocupes lo entiendo, Gustav ¿me ayudas con la maleta?

– claro, Bill ¿A dónde la llevo?
    
     – ¿te llamas Bill?
    
          –lo siento no me he presentado, el tarado de mi hermano se llama Tomas y yo me llamo William, pero todos me conocen como Bill.
– uhm… a tu hermano ya lo concia Bill. – asome una mueca mirando a otro lado.


– ahora todo con cuerda… bueno ven te llevo a tu habitación. – pasa una de sus manos por mi cintura y empieza a caminar lentamente, al llegar las escaleras se me hacían interminables, él se dio cuenta y me tomo en brazos.

Es muy amable y muy dulce, la chica que este con Bill tiene mucha suerte. Pensé en mis adentros. Me dejaron sola en mi habitación, era muy linda el que la haya decorado tiene buenos gustos.

Me tire a la cama pensando en todo lo que había sucedido, y en que será de Jared… tal vez necesitaba dormir, estaba agotada y pensar que estaba en el mismo techo que… Tom no me hacía gracia, aunque me gustaría pedirle disculpas por lo que había ocurrido. Mire el teléfono, lo tome y llame a mi novio, no aguantaba más necesitaba saber si estaba bien, si… se habría preocupado al no saber nada de mi…

– ¿halo? –dice algo adormilado.

    – hola amor, ¿Cómo estás?

– ¡hasta que por fin te dignas en llamar!, ¿sabes lo preocupado que estaba? Algo extrañado de su reacción conteste.

– ¿fuiste a mi casa?

– ¡claro que fui a tu casa al saber lo sucedido, pero no encontré respuestas!, ¿Dónde estás?

–em… estoy en casa de Gustav, no te preocupes que estoy bien.

– sabes que no me gusta que estés con ese sujeto, debiste de haberme llamado a mí para ir a buscarte.

– no pude llamar y Gustav fue el primero en llamar, sin él yo ahora no estaría hablando contigo.

– dije algo enojada.

– ¡pues quédate con tu amiguito, ya me di cuenta que lo prefieres a él!

– cuelga el teléfono.

– ¡eso no es verdad!... ¡me ha colgado el muy idiota! Colgué y me volví a tirar en la cama, ¿tendré que estar encerrada en este lugar para siempre o por lo menos hasta que pueda encontrar una casa y mudarme?, Tom… ¿seguirá enojado conmigo? ¡Ha Bella esto es un desastre! Me senté en mi cama, mire la puerta y dije. – es mejor arreglar las cosas con Tom, no quiero que haya un ambiente tenso en esta casa. Me pare, busque mis muletas y Salí de la habitación.

– ¡ahora!... ¿Cuál de todas las puertas será la entrada a la habitación de Tom? – Camine lentamente recorriendo el segundo piso, de verdad era grande la casa, pero una puerta llama mi atención…

– ¿será la habitación de Tom? – me pregunte y mientras eso sucedía la puerta que estaba al frente de mi se había… ¿Qué aria ahora? Mira algo fastidiado.

– ¿estando tu aquí ya no podré tener intimidad?

– ¡no es eso Tom! Es solo que… – ¡solo nada!, ¿que acaso no te importo meterte en mi casa sabiendo que yo vivía en ella?, pues ya conseguiste lo que querías, ahora déjame en paz.

– ¡idiota solo venia a pedirte unas simples disculpas, ya que vamos a vivir juntos por un tiempo pero el señor egocéntrico cree que estoy aquí por él, te lo aclaro de inmediato no vine aquí porque yo quería sino porque no me quedaba opción y además no tenía la menor idea que vivías aquí! – doy media vuelta hacia mi habitación. – ¡contigo no se puede hablar! Sentía como clavaba su mirada acusadora en mí, pero no me gire para ver que rostro puso después de aquello.

– tampoco me interesa lo que te haya sucedido, si mi hermano te tiene aquí pues tendré que soportar, espero que no te entrometas en mis cosas. Eso si me había sacado de mis casillas, abrí la puerta de mi habitación y me gire furiosa.

– ¡y yo espero lo mismo de tu parte, no quiero verte en mi camino! – cerré la puerta de un golpe, ¿Qué se creía por tratarme así? Pero en fin, estamos en la misma casa y será imposible no encontrármelo en algún sitio.

Había pasado una noche, para haber empezado no fue tan mala como me lo estaba imaginando, pero en fin hoy sería un largo día sin nada que hacer. Me levante sin ganas, me bañe y me puse algo liviano y fácil de poner. Me paro unos segundos frente a la puerta agarrando fuertemente el cerrojo.

– Bella no creo que te lo encuentres en la mesa, ya te lo ha dejado muy en claro que prefiere encerrarse en su pieza hacer que se yo. – abrí la puerta y me empecé asomar lentamente, miro hacia uno de los lados y ahí estaba, con el corazón a mil retrocedí y cerré la puerta como la noche anterior.

– Bella… definitivamente será más difícil de lo que creí.

jueves, 9 de agosto de 2012

Capitulo 7

Aquella noche intento dormir, pero en la cabeza del chico había algo que no se lo permitía. – Si lo sabia perfectamente era ese coraje que le tenia a Isabella, en fin no puedo dormir y la noche es joven ¿Qué mejor que salir a distraerse? No era una mala idea en lo absoluto.

– ¡hey espera un segundo!, ¿Cómo sabes lo que pensaba ese chico? – dijo uno de los que escuchaban la historia.

– me lo platico mi mejor amigo… él para los gemelos Kaulitz es como su almohada, ellos se cuentan todo junto a otro chico, ellos cuatro no tienen secretos entre si.

– que interesante… ¿nos sigues contando que sucedió después?

– por supuesto…en aquel entonces me sorprendía de como el mundo podía llegar a ser
tan pequeño, como dos seres pueden tener a una o más personas en común. Él fue sincero conmigo, no era un psicópata ni nada de eso… mientras que yo soy una falsa.
Estaba acostada en mi cama pensando, analizando y como iba hacer para que Thomas me perdonara. En ese instante sentí golpear la puerta, era mi mejor amigo y por inercia lo abrace fuerte…

El corresponde a mi abrazo y asiente. – Bella… ¿Qué sucede?

– quiero un abrazo… Gustav no sé porque me duele lo que sucedió…

– Bella tu sientes algo por Tom, aunque no quieras asimilarlo
– ¿yo sentir algo por ese sujeto que me dijo enferma?, ¿sentir algo por ese sujeto tan egocéntrico? ¡Por favor Gus me sorprendes, sabes perfectamente como son mis gustos! Además… ¡tengo novio, que no se te olvide que estoy con Jared y lo amo!

– eso es lo que tratas de creer, es así como quieres que sean las cosas, pero tu corazón te dice lo contrario. – después de aquellas palabras se va, dejándome sola en aquellas cuatro paredes.

Pasaron los días, no sabía absolutamente nada de mi mejor amigo y mucho mejor de aquel chico que tocaba con él. Aun seguía trabajando con Dior y seguía viendo a… Derek, si bien ya no me maltrataba psicológicamente por así decirlo ahora me evitaba pero me sentía mejor ya era un paso que habíamos dado… creo.
Aun puedo recordar aquel día, era viernes en la tarde, yo estaba en casa descansando.

Todo comienza con un simple sismo que cada vez más fuerte, me estaba asustado y estaba en el en el segundo piso, no podía escapar así que como pude me fui a una de las paredes de mi habitación y me quede hay en posición fetal, sintiendo como mi hogar se iba abajo.

Vi mi vida en un segundo, en especial aquellos momentos que pase junto a Thomas, iba a morir aplastada sin poder hablar con él, sin poder pedirle disculpas y sin decirle lo que sentía por él. El ruido ahogaba mis gritos y llanto, sentía que algo me aplastaba fuertemente una de mis piernas, cerré mis ojos sin dejar de pensar.
Sentía como sacaban los estorbos, en especial una voz dulce pero grave a la vez, asustadiza como la de un niño que ha perdido su juguete favorito pero a la vez con tanto alivio de haberlo encontrado. Abrí mis ojos y estaba hay gritando mi nombre se arrodillo frente a mi y junto a los rescatistas me sacaron.

Me toma en brazos, yo lo abrazo fuerte sin dejar de llorar. – ¡Tom tenía miedo, tenía miedo de no volverte a ver!
  –ya estoy contigo Bella, todo ha pasado y te encontramos viva que es lo que importa.

– ¡creía que iba a morir, de verdad tenía mucho miedo!

Me deja recostada en una camilla que estaba cerca del lugar del desastre y dice. – ya todo paso Bella, ahora cierra tus ojos después de esto tienes que descansar.
Lo mire con mis ojos inundados de lágrimas  las cuales él las seca con sus largos y a la vez no tan gruesos dedos. Se empieza acercar lentamente a mí, vi sus labios muy cerca mío en ese instante cirros mis ojos esperando que lo que tenia que suceder en aquel instante sucediera, en vez de eso levanto lentamente mis parpados y visualizo una habitación blanca...

– ¿Dónde estoy? – digo algo aturdida.

     – ¡Bella despertaste!

– ¿Dónde está Tom?

– estas en el hospital, estabas en estado de shock cuando te sacaron los rescatistas y por lo de Tom el debe de estar en su casa, supongo si es que no se ha ido de fiesta, ¿Por qué la pregunta?

Pero… ¡si él me salvo, me saco de ese lugar!, ¿Por qué no está conmigo?... al parecer… solo fue un sueño. – no… por nada, ¿Qué fue lo que sucedió?

  – hubo un sismo muy fuerte, tu casa colapso y se vino abajo contigo a dentro, yo estaba afuera y vi como todo se iba a bajo en ese momento no pude hacer nada así que llame a los bomberos y una ambulancia. Tienes tu pie derecho fracturado  y por suerte no ocurrió nada grave que lamentar.

   – ¿has llamado a Jared?

             – ¿para qué voy a llamar a ese bueno para nada? Bella sabes que con ese sujeto no nos llevamos bien y tu sabes perfectamente porque.

  – lo siento, Gustav… ¿Qué voy hacer ahora? No tengo donde vivir y he perdido todo.

  – amiga mía pudieron sacar una maleta y un poco de ropa, así que no perdiste todo y lo otro, le he pedido a un amigo que te aloje hasta que encuentres una casa, no te preocupes que todo está solucionado.

        – eso espero…

Después de eso el médico me reviso y me dio el alta, mi mejor amigo fue tan lindo de comprar algo para poder cambiarme e irnos a la casa de su amigo, me iba a sentir extraña en un lugar donde no conocía a nadie, y sin Gustav me sentiría muy sola.

 – ¡hemos llegado!

           – ¿es aquí?  – dije mirando hacia afuera.  –¡es más grande que mi propia casa!, Gustav… ¿estará bien si me quedo?
  – claro que si, hable con él y me dijo que no había problemas en que te quedaras.
Suspiro y asiento. – está bien Gustav, me convenciste.

Se bajo del auto dejándome adentro, toco el timbre, dijo unas palabras que no pude descifrar. Abrí la puerta del auto para poder bajar y en eso sale alguien, de pelo rubio platinado, por cierto muy guapo me miro sonriente y se acerco a mi.

   – ¡hola Bella!, espero que te sientas muy cómoda con nosotros, para mi y mi hermano será un gusto tenerte aquí, te puedes quedar el tiempo que desees.

        – emm… gracias, pero solo me quedare hasta que me quiten el yeso, pueda conseguir una casa.

  –ven, te ayudo a entrar a la casa porque si nos quedamos aquí pensaran lo peor.

Entramos a casa, Gus llevo la maleta que no me acordaba que tenía. Era muy grande esa casa, miento no era una casa era una mansión pero  era muy linda, llena de vegetación me gustaba mucho y por dentro era más impresionante. Me sentó en el sillón de la sala de estar, frente a una enorme escalera que daba al segundo piso y grita el nombre de Tom, no pensé nada malo porque en este mundo existen muchas personas con ese nombre, pero me había equivocado, él bajaba poco a poco, no me lo podía creer ¿yo y Tom bajo el mismo techo?