Aquella noche intento dormir, pero en la cabeza del
chico había algo que no se lo permitía. – Si lo sabia perfectamente era ese
coraje que le tenia a Isabella, en fin no puedo dormir y la noche es joven ¿Qué
mejor que salir a distraerse? No era una mala idea en lo absoluto.
– ¡hey espera un segundo!, ¿Cómo sabes lo que pensaba
ese chico? – dijo uno de los que escuchaban la historia.
– me lo platico mi mejor amigo… él para los gemelos
Kaulitz es como su almohada, ellos se cuentan todo junto a otro chico, ellos
cuatro no tienen secretos entre si.
– que interesante… ¿nos sigues contando que sucedió
después?
– por supuesto…en aquel entonces me sorprendía de como
el mundo podía llegar a ser
tan pequeño, como dos seres pueden tener a una o más
personas en común. Él fue sincero conmigo, no era un psicópata ni nada de eso…
mientras que yo soy una falsa.
Estaba acostada en mi cama pensando, analizando y como
iba hacer para que Thomas me perdonara. En ese instante sentí golpear la
puerta, era mi mejor amigo y por inercia lo abrace fuerte…
El corresponde a mi abrazo y asiente. – Bella… ¿Qué
sucede?
– quiero un abrazo… Gustav no sé porque me duele lo
que sucedió…
– Bella tu sientes algo por Tom, aunque no quieras
asimilarlo
– ¿yo sentir algo por ese sujeto que me dijo enferma?,
¿sentir algo por ese sujeto tan egocéntrico? ¡Por favor Gus me sorprendes,
sabes perfectamente como son mis gustos! Además… ¡tengo novio, que no se te
olvide que estoy con Jared y lo amo!
– eso es lo que tratas de creer, es así como quieres
que sean las cosas, pero tu corazón te dice lo contrario. – después de aquellas
palabras se va, dejándome sola en aquellas cuatro paredes.
Pasaron los días, no sabía absolutamente nada de mi
mejor amigo y mucho mejor de aquel chico que tocaba con él. Aun seguía
trabajando con Dior y seguía viendo a… Derek, si bien ya no me maltrataba
psicológicamente por así decirlo ahora me evitaba pero me sentía mejor ya era
un paso que habíamos dado… creo.
Aun puedo recordar aquel día, era viernes en la tarde,
yo estaba en casa descansando.
Todo comienza con un simple sismo que cada vez más
fuerte, me estaba asustado y estaba en el en el segundo piso, no podía escapar
así que como pude me fui a una de las paredes de mi habitación y me quede hay
en posición fetal, sintiendo como mi hogar se iba abajo.
Vi mi vida en un segundo, en especial aquellos
momentos que pase junto a Thomas, iba a morir aplastada sin poder hablar con
él, sin poder pedirle disculpas y sin decirle lo que sentía por él. El ruido
ahogaba mis gritos y llanto, sentía que algo me aplastaba fuertemente una de
mis piernas, cerré mis ojos sin dejar de pensar.
Sentía como sacaban los estorbos, en especial una voz
dulce pero grave a la vez, asustadiza como la de un niño que ha perdido su
juguete favorito pero a la vez con tanto alivio de haberlo encontrado. Abrí mis
ojos y estaba hay gritando mi nombre se arrodillo frente a mi y junto a los
rescatistas me sacaron.
Me toma en brazos, yo lo abrazo fuerte sin dejar de
llorar. – ¡Tom tenía miedo, tenía miedo de no volverte a ver!
–ya estoy contigo
Bella, todo ha pasado y te encontramos viva que es lo que importa.
– ¡creía que iba a morir, de verdad tenía mucho miedo!
Me deja recostada en una camilla que estaba cerca del
lugar del desastre y dice. – ya todo paso Bella, ahora cierra tus ojos después
de esto tienes que descansar.
Lo mire con mis ojos inundados de lágrimas las cuales él las seca con sus largos y a la
vez no tan gruesos dedos. Se empieza acercar lentamente a mí, vi sus labios muy
cerca mío en ese instante cirros mis ojos esperando que lo que tenia que
suceder en aquel instante sucediera, en vez de eso levanto lentamente mis
parpados y visualizo una habitación blanca...
– ¿Dónde estoy? – digo algo aturdida.
– ¡Bella
despertaste!
– ¿Dónde está Tom?
– estas en el hospital, estabas en estado de shock
cuando te sacaron los rescatistas y por lo de Tom el debe de estar en su casa,
supongo si es que no se ha ido de fiesta, ¿Por qué la pregunta?
Pero… ¡si él me salvo, me saco de ese lugar!, ¿Por qué
no está conmigo?... al parecer… solo fue un sueño. – no… por nada, ¿Qué fue lo
que sucedió?
– hubo un
sismo muy fuerte, tu casa colapso y se vino abajo contigo a dentro, yo estaba
afuera y vi como todo se iba a bajo en ese momento no pude hacer nada así que
llame a los bomberos y una ambulancia. Tienes tu pie derecho fracturado y por suerte no ocurrió nada grave que
lamentar.
– ¿has
llamado a Jared?
–
¿para qué voy a llamar a ese bueno para nada? Bella sabes que con ese sujeto no
nos llevamos bien y tu sabes perfectamente porque.
– lo siento,
Gustav… ¿Qué voy hacer ahora? No tengo donde vivir y he perdido todo.
– amiga mía
pudieron sacar una maleta y un poco de ropa, así que no perdiste todo y lo
otro, le he pedido a un amigo que te aloje hasta que encuentres una casa, no te
preocupes que todo está solucionado.
– eso
espero…
Después de eso el médico me reviso y me dio el alta,
mi mejor amigo fue tan lindo de comprar algo para poder cambiarme e irnos a la
casa de su amigo, me iba a sentir extraña en un lugar donde no conocía a nadie,
y sin Gustav me sentiría muy sola.
– ¡hemos
llegado!
– ¿es
aquí? – dije mirando hacia afuera. –¡es más grande que mi propia casa!, Gustav…
¿estará bien si me quedo?
– claro que
si, hable con él y me dijo que no había problemas en que te quedaras.
Suspiro y asiento. – está bien Gustav, me convenciste.
Se bajo del auto dejándome adentro, toco el timbre,
dijo unas palabras que no pude descifrar. Abrí la puerta del auto para poder
bajar y en eso sale alguien, de pelo rubio platinado, por cierto muy guapo me
miro sonriente y se acerco a mi.
– ¡hola Bella!,
espero que te sientas muy cómoda con nosotros, para mi y mi hermano será un
gusto tenerte aquí, te puedes quedar el tiempo que desees.
– emm…
gracias, pero solo me quedare hasta que me quiten el yeso, pueda conseguir una
casa.
–ven, te ayudo
a entrar a la casa porque si nos quedamos aquí pensaran lo peor.
Entramos a casa, Gus llevo la maleta que no me
acordaba que tenía. Era muy grande esa casa, miento no era una casa era una
mansión pero era muy linda, llena de
vegetación me gustaba mucho y por dentro era más impresionante. Me sentó en el
sillón de la sala de estar, frente a una enorme escalera que daba al segundo
piso y grita el nombre de Tom, no pensé nada malo porque en este mundo existen
muchas personas con ese nombre, pero me había equivocado, él bajaba poco a
poco, no me lo podía creer ¿yo y Tom bajo el mismo techo?