jueves, 27 de diciembre de 2012

Capitulo 11



No lo podía creer me ha dejado sola, pero por suerte estoy arriba de un taxi que me llevara al trabajo, el asunto seria ¿Cómo me volveré a casa?, ¿será que alguien me vendrá a buscar?

Llegue a penas al trabajo, tuve que lidiar con un taco de unos 30 min. No podía esperar mucho así que le pague al conductor y me baje, por suerte estaba solo a unas cuadras del edificio y como iba atrasada no lo pensé dos veces y comencé a caminar lo más rápido posible.

 – ¿acaso no podría ser peor este día? Hoy me levanto, tomo desayuno sola creyendo que tendría que venir sola al trabajo, luego me encuentro con Tom me hace prácticamente correr por las calles y cuando pensaba que estaba a salvo me deja en el taxi sola y detenidos por el trafico que ahí. ¡Y ahora esto! Nuevamente tengo que caminar veloz para poder llegar a más tardar en 15 minutos. – decía en voz alta mientras iba caminando.

¡Por fin! Había llegado a mí puesto de trabajo, me senté y descanse 1 minuto, puesto que me habían mandado a llamar porque tenía que atender a un cliente. Definitivamente este no seria mi mejor día.

Fui a la oficina de mi jefe, escuche que hablaba con dos chicos que al parecer buscaban accesoria.

– ¡Bella por fin llegas!, ella es mi mejor diseñadora, y se que su trabajo les gustara.

El chico se para, da media vuelta y me mira sonriente. – no habrá duda que me encantara lo que ella prepare para mi.

¿Qué hacia Bill aquí? Es una respuesta muy obvia, aun asó me sorprendió, ¡se suponía que tendría cosas que hacer por eso no me podría traer, ¿Qué esta planeando?!

No se como era mi cara o como fue mi reacción, pero no fue muy buena porque Dior me grita. – ¡Bella, por favor niña atiende al joven en tu oficina!

– ¡ah! Si claro, joven sígame por aquí.

Le guíe a mi oficina y ahora estábamos solos.

– ahora si ¡Hola Bella!, ¿Tom te ha traído al trabajo como habíamos acordado? – y su sonrisa no se borraba de su cara, al parecer disfrutaba verme en esta situación.

– Hola Bill, por suerte ya estoy bien solo me duelen un poco los pies y con respecto a tu hermano… ¡cuando llegue a casa lo matare!, ¿Cómo se le ocurre dejarme sola en un taxi y después hacerme caminar hasta aquí?

En aquel instante aquella felicidad se le había borrado de la cara, ahora estaba completamente serio. – ¿te ha dejado sola en un taxi? Que idiota es, al parecer no ha cumplido con el trato.

Me siento y suspiro. – pues déjalo así Bill, ya se como es Tom solo quiere vengarse, eso es todo. – recapacitando yo me había sentado y mi cliente estaba totalmente parado.  Lo miro y le digo algo avergonzada.

– ¡Bill lo siento, toma asiento!

– gracias.

  – y bien dime, ¿Qué es lo que quieres que haga por ti?

Con esas palabras claves empezamos a trabajar. Tuvimos una mañana un tanto complicada, con eso de crear un guarda ropas nuevo para Bill y si bien aquella reunión era prácticamente de trabajo, también reímos y pude olvidar lo sucedido con su hermano aquella mañana.

Mi nuevo cliente se había retirado, y con ello me había quedado sola empezando a pasar al limpio los bocetos del chico. La tarde se me paso realmente volando y si no es por la recepcionista yo me habría quedado a dentro de la empresa.

Salí del edificio y la noche estaba hermosa, fría pero estrellada más no poder. Miraba a todos lados y no encontraba ninguna cara familiar, no encontraba a Tom se supina que me vendría a buscar… “se suponía” el nunca me dijo que me esperaría para ir a casa o iría por mi.

Me arme de valor y empecé a caminar para encontrar un taxi por suerte había encontrado uno, pero cuando me pregunta a donde deseaba dirigirme… ¿Dónde quería ir?, ¿Qué camino tomar?, ¿Cómo se llama la calle de mi destino? No pude responder así que le empecé a guiar el camino, todo iba espectacular hasta que el taxista me dijo que llegaba hasta este lugar, ya que se le estaba prohibido seguir más adelante. Le pague y me baje, empecé a inspeccionar, tratar de aprenderme el recorrido de memoria, al parecer todo es muy distinto de noche por estos lados.

Comencé mi camino y sentí que me seguían, pare y los pasos (que al parecer no eran los míos se detuvieron), al percibir que solo era mi imaginación comencé a caminar más rápido.

Nuevamente sentí la pisada de otro ser, nuevamente me detengo y comienzo a mirar a todos lados y grito. – ¡Tom no es gracioso así que sal de donde quiera que estés! – espere unos segundos sin conseguir respuesta, el miedo ya comenzaba a emanar por mi piel y sin pensarlo dos veces seguí mi camino casi corriendo.

Mi camino terminaba en una esquina en donde había un hombre parado con una sonrisa diabólica, disfrutando lo sucedido y que por mi parte no encontraba chistoso. El sujeto comienza acercarse a mi, si bien ahora era el momento de correr mis pies estaban paralizados del miedo que sentía, ¿Qué debía hacer? El hombre ya estaba a menos de un metro de mi y yo sin reaccionar, de la nada aparece otro sujeto que lo agarra de la espalda y  comienza a golpearlo. ¿Quién era mi héroe?, con la poca iluminación no podía ver su rostro, cuando ya el primer sujeto no podía ponerse de pie, mi héroe me abraza y dice.  – ¡no te vuelvas a meter con mi chica o a la próxima te mato a golpes!

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