No podía ser, era Tom… mis lagrimas comenzaron a
salir sin más, ¿era un sueño?, ¿Por qué llegas justo en este momento?, ¿Por qué
dijiste eso? Me confundes Tom… ¿Por qué me confundes de esta manera?
Se separa un poco de mi. – ¿te encuentras bien?
Lo quede mirando sorprendida y le abrazo sin
pensarlo prácticamente llorando. – ¡tenia mucho miedo, no sabia que hacer!
– tendrías que haber salido corriendo de aquí no quedarte como una estúpida mirando.
– ¡y tu debiste
de haberme ido a buscar al trabajo, idiota si veías que se hacia tarde era lo mínimo
que podías hacer! – ¿este era idiota o se hacia?, ¿Cómo se le ocurre decir eso
en estos momentos? Como si yo hubiese sabido que me pasaría esto.
– no es mi obligación, solamente Salí porque Bill
me insistió tanto para que saliera a buscarte que termine fastidiándome y
peleando con él por tu culpa. – dice un tanto molesto mientras comienza a
caminar.
Corro y le tomo una mano deteniéndolo. – gracias
por salvarme. – digo algo ruborizada.
Él se detiene, voltea su rostro con una sonrisa
satisfactoria. – nada de gracias, me debes
una, así que prepárate para ser mi esclava mínimo un mes.
Definitivamente es idiota en eso sin duda alguna.
Al abrir la puerta lo primero que pudimos ver fue a Bill con una cara de
preocupación y al verme corre abrazarme. – ¡Bella por fin estas aquí!, estaba
muy preocupado por ti.
– lo siento Bill por preocuparte, pero ya estoy en
casa.
– disculpa,
pero me tome la libertad de entrar a tu cuarto y prepararte el baño, así que ve
a darte una ducha porque debes de estar exhausta que mientras yo te calentare
la cena.
– gracias
Bill, no debiste de haber hecho eso por mi.
– te veo como una hermana que nunca tuve y con Tom
no puedo hacer lo mismo porque luego me dice que soy gay.
No pude evitar sonreír después de aquellas palabras.
– entonces tu hermano es un estúpido al no darse cuenta de el gran hermano que
tiene.
Después de aquellas palabras me fui a bañar y
recordando lo sucedido anteriormente, no podía creer que Tom fuera tan
considerado a tal punto de proteger a alguien… lo vez tan egocéntrico, un
seductor de primera y aun así ese chico tiene corazón… no se porque no le creo
que le hayan obligado a ir en mi búsqueda.
Salí del baño pensando, algo lo encontraba muy
extraño en mi habitación, cerré mis ojos y comencé a mirar el cielo. – ¡para de
pensar en ese estúpido de Tom que no vale la pena!
– entonces… ¿Por qué estas en la habitación de una
persona que según tu no vale la pena y más encima tapada solamente con una
toalla? – escuche de un extremo de la habitación, no podía ser, ¿o si?
Mire lentamente de donde provenía la voz y estaba ahí, sentado en la cama son su
típica sonrisa de diversión y a la vez tan serio. – ¡Tu ¿Qué demonios haces en
mi habitación?!
– para tu información… ¡es mi habitación debo ser
yo quien haga esa pregunta!
Mire a todos lados, esa no era mi pieza, ¿Cómo
llegue a esta situación? Me mire de reojos y no pude evitar ruborizarme. – hahahaha… yo… ¡me tengo que ir!
Salí corriendo de esa habitación, por suerte la
puerta no estaba cerrada con llave, entre a la pieza correcta y me tire en la
cama. ¡Idiota, idiota, idiota lo odio! ¿Cómo se le ocurre hacerme esto? Uhm…
bueno lo sucedido no fue mi culpa, pero en fin lo hecho esta hecho. Me puse mi
pijama y seque mi cabello, luego me acorde que mi novio no ha llamado y hace
días que no se nada de él así que lo llame a su celular, pero este me mandaba
al buzón de mensajes.
– va, quizás su celular este descargado, mejor lo llamare
mañana. – con esas palabras me fui acostar muy convencida de ello, pero ¿Quién
se imaginaria que estaría haciendo en estos momentos?
Los días trascurrían lentos, la relación que tenía
con el gemelo de Bill no cambiaba mucho, aunque en ocasiones hacíamos bromas un
tanto pesadas, pero nos reíamos juntos y Bill como siempre diciendo “que linda
pareja hacen.” Hoy nos iríamos de día de
campo junto a mi mejor amigo Gustav, Georg y su novia esto me emociona mucho
saber que conoceré a la afortunada que tiene el corazón de Georg.
– ¿Cómo van las maletas Tom? – dije con un tono
medio burlón, viendo que apenas podía
con ellas.
– ¡ríe Bella, ríe ya te quiero ver a ti en mi
lugar!
– si, como no.
– ¡Bill idiota necesito tu ayuda aquí!
– Bill esa
dentro de casa no te escuchará ya que gritas como nena.
– ¡Bill si no llegas en menos de un segundo morirás!
Me acerco a él y le doy una mano, pobre Tom se veía
tan molesto. – estúpido si pones esto aquí y eso haya no tendrás ningún
problema, y a todo esto ya esta soy mejor que tu Kaulitz.
– como te gustaría.
– ¡Tom tu
siempre tan problemático para todo, pero si se trata de chicas ni te complicas!
– dice una chica misteriosa riendo por lo sucedido, ¿Quién podría ser?
– ¡Georg calla a tu novia de una vez! Siempre que
la veo comienza a burlarse de mí.
– tu te lo buscas Tom, ella dice la verdad, ¿o no
Bella?
– por supuesto
que es verdad, siempre haciendo problemas por todo, pero mejor me voy a ver que
esta haciendo Bill.
– ¡te acompaño! – dice la chica sonriéndome y
juntas entramos a casa.
– am…
disculpa, ¿tu eres la novia de Georg, verdad?
– si, me llamo Erin ¿y tu eres Bella?, ¿estoy en lo
correcto?
– si, soy
bella, supongo que te lo dijo Georg.
– claro que si, él me ha hablado mucho de ti y
hasta me dijo que eras novia de Tom. Así que ten cuidado con ese chico ya conocerás
su fama. – al terminar de decir aquellas palabras me queda mirando y guiña un
ojo, ¿era lo que estará pensando?
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