jueves, 27 de diciembre de 2012

Capitulo 12



No podía ser, era Tom… mis lagrimas comenzaron a salir sin más, ¿era un sueño?, ¿Por qué llegas justo en este momento?, ¿Por qué dijiste eso? Me confundes Tom… ¿Por qué me confundes de esta manera?

Se separa un poco de mi. – ¿te encuentras bien?

Lo quede mirando sorprendida y le abrazo sin pensarlo prácticamente llorando. – ¡tenia mucho miedo, no sabia que hacer!

– tendrías que haber salido corriendo de aquí  no quedarte como una estúpida mirando.

   – ¡y tu debiste de haberme ido a buscar al trabajo, idiota si veías que se hacia tarde era lo mínimo que podías hacer! – ¿este era idiota o se hacia?, ¿Cómo se le ocurre decir eso en estos momentos? Como si yo hubiese sabido que me pasaría esto.

– no es mi obligación, solamente Salí porque Bill me insistió tanto para que saliera a buscarte que termine fastidiándome y peleando con él por tu culpa. – dice un tanto molesto mientras comienza a caminar.

Corro y le tomo una mano deteniéndolo. – gracias por salvarme. – digo algo ruborizada.

Él se detiene, voltea su rostro con una sonrisa satisfactoria.  – nada de gracias, me debes una, así que prepárate para ser mi esclava mínimo un mes.

Definitivamente es idiota en eso sin duda alguna. Al abrir la puerta lo primero que pudimos ver fue a Bill con una cara de preocupación y al verme corre abrazarme. – ¡Bella por fin estas aquí!, estaba muy preocupado por ti.

– lo siento Bill por preocuparte, pero ya estoy en casa.

  – disculpa, pero me tome la libertad de entrar a tu cuarto y prepararte el baño, así que ve a darte una ducha porque debes de estar exhausta que mientras yo te calentare la cena.

 – gracias Bill, no debiste de haber hecho eso por mi.

– te veo como una hermana que nunca tuve y con Tom no puedo hacer lo mismo porque luego me dice que soy gay.

No pude evitar sonreír después de aquellas palabras. – entonces tu hermano es un estúpido al no darse cuenta de el gran hermano que tiene.

Después de aquellas palabras me fui a bañar y recordando lo sucedido anteriormente, no podía creer que Tom fuera tan considerado a tal punto de proteger a alguien… lo vez tan egocéntrico, un seductor de primera y aun así ese chico tiene corazón… no se porque no le creo que le hayan obligado a ir en mi búsqueda.

Salí del baño pensando, algo lo encontraba muy extraño en mi habitación, cerré mis ojos y comencé a mirar el cielo. – ¡para de pensar en ese estúpido de Tom que no vale la pena!

– entonces… ¿Por qué estas en la habitación de una persona que según tu no vale la pena y más encima tapada solamente con una toalla? – escuche de un extremo de la habitación, no podía ser, ¿o si?

Mire lentamente de donde provenía  la voz y estaba ahí, sentado en la cama son su típica sonrisa de diversión y a la vez tan serio. – ¡Tu ¿Qué demonios haces en mi habitación?!

– para tu información… ¡es mi habitación debo ser yo quien haga esa pregunta!

Mire a todos lados, esa no era mi pieza, ¿Cómo llegue a esta situación? Me mire de reojos y no pude evitar ruborizarme. –  hahahaha… yo… ¡me tengo que ir!

Salí corriendo de esa habitación, por suerte la puerta no estaba cerrada con llave, entre a la pieza correcta y me tire en la cama. ¡Idiota, idiota, idiota lo odio! ¿Cómo se le ocurre hacerme esto? Uhm… bueno lo sucedido no fue mi culpa, pero en fin lo hecho esta hecho. Me puse mi pijama y seque mi cabello, luego me acorde que mi novio no ha llamado y hace días que no se nada de él así que lo llame a su celular, pero este me mandaba al buzón de mensajes.

– va, quizás su celular este descargado, mejor lo llamare mañana. – con esas palabras me fui acostar muy convencida de ello, pero ¿Quién se imaginaria que estaría haciendo en estos momentos?

Los días trascurrían lentos, la relación que tenía con el gemelo de Bill no cambiaba mucho, aunque en ocasiones hacíamos bromas un tanto pesadas, pero nos reíamos juntos y Bill como siempre diciendo “que linda pareja hacen.”  Hoy nos iríamos de día de campo junto a mi mejor amigo Gustav, Georg y su novia esto me emociona mucho saber que conoceré a la afortunada que tiene el corazón de Georg.

– ¿Cómo van las maletas Tom? – dije con un tono medio burlón, viendo   que apenas podía con ellas.

– ¡ríe Bella, ríe ya te quiero ver a ti en mi lugar!

– si, como no.

– ¡Bill idiota necesito tu ayuda aquí!

   – Bill esa dentro de casa no te escuchará ya que gritas como nena.

– ¡Bill si no llegas en menos de un segundo morirás!

Me acerco a él y le doy una mano, pobre Tom se veía tan molesto. – estúpido si pones esto aquí y eso haya no tendrás ningún problema, y a todo esto ya esta soy mejor que tu Kaulitz.

 – como te gustaría.

   – ¡Tom tu siempre tan problemático para todo, pero si se trata de chicas ni te complicas! – dice una chica misteriosa riendo por lo sucedido, ¿Quién podría ser?

– ¡Georg calla a tu novia de una vez! Siempre que la veo comienza a burlarse de mí.

– tu te lo buscas Tom, ella dice la verdad, ¿o no Bella?

   – por supuesto que es verdad, siempre haciendo problemas por todo, pero mejor me voy a ver que esta haciendo Bill.

– ¡te acompaño! – dice la chica sonriéndome y juntas entramos a casa.

  – am… disculpa, ¿tu eres la novia de Georg, verdad?

– si, me llamo Erin ¿y tu eres Bella?, ¿estoy en lo correcto?

   – si, soy bella, supongo que te lo dijo Georg.

– claro que si, él me ha hablado mucho de ti y hasta me dijo que eras novia de Tom. Así que ten cuidado con ese chico ya conocerás su fama. – al terminar de decir aquellas palabras me queda mirando y guiña un ojo, ¿era lo que estará pensando?

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