jueves, 18 de octubre de 2012

Capitulo 9


– Bella… definitivamente será más difícil de lo que creí.


¿Qué debía hacer?, ¿Por qué me ponía tan nerviosa al ver su silueta…? ¿Por qué…? Si bien no quería encontrarme con Tom, las opciones son dos… la primera es quedarme encerrada y morir de hambre o la segunda es salir e ignorar su existencia, hace como si solamente fuese una sombra.

Por supuesto elegí la segunda no me iba a morir de hambre por culpa de un idiota engreído. Salí de mi habitación, fui directo a la cocina y me encontré con Bill.

– hola Bella, ¿Cómo estas?

– Hola Bill, estoy bien gracias.

– ¿no haz tenido problema al movilizarte por la casa? –  pregunta con un tono de preocupación y a la vez con dulzura.

 – no, para nada gracias por preocuparte de una extraña me haces recordar a mi padre.

– claro que me preocupo eres nuestra invitada.

– gracias. – le dije sonriente.

Empezamos hablar cosas de nuestras vidas, para conocernos mejor Bill me pareció una persona muy dulce. Me hacia reír con cada anécdota que tenia con su hermano, estábamos en pleno desayuno y aparece un chico… se sienta frente a mi y empieza a servirse. Estaba muy nerviosa se supone que tenia que ignorarlo pero se me hacia muy difícil.

No aguantaba aquel silencio que se había formado en la cocina así que dije lo primero que se me vino a la cabeza. –  am… Bill… ¿te quedaras hoy en casa?, no me gustaría quedarme sola.

– claro que si, al parecer no tenemos nada para hoy. ¿Qué deseas hacer hoy? Yo Hare que tu deseo se haga realidad ya que siempre quise tener una hermana. – dice muy entusiasmado.

– Bill acuérdate que hoy tenemos ensayo y no podemos faltar. – dice indiferente y mirando su desayuno.

–uhm… ahora que lo mencionas tienes razón, lo siento Bella tendrá que ser en otra ocasión.

– no te preocupes Bill estaré bien espero que les vaya bien y le mandas saludos a Gustav.

– más que seguro vendrá a verte, se nota que cuida mucho de ti.

– lo se… es como mi hermano, nos conocemos hace mucho tiempo.

Se levanta de la mesa y deja la loza sucia en el lava manos. – si ya terminaste Bill ¿nos podemos ir? Llegaremos tarde.

  Susurrándome dice. – lo siento Bella hoy mi hermano se ha despertado de malas, llegaremos temprano estas en tu casa cuídate. – se levanta y se va.

Que mal genio tiene de verdad no entiendo como su hermano lo soporta, ahora que lo pienso para ser hermanos gemelos son muy diferentes.

Ha pasado un mes de aquel incidente en la cocina, con Tom no nos llevábamos tan bien siempre peleábamos y Bill entre medio separándonos junto con Gustav que iba todos los días a ver como me encontraba, en realidad para cerciorarse de que seguíamos con vida.

Por suerte mía ya me había quitado el yeso que tenia en la pierna, ha sido un mes en el cual no he visto a mi novio y de todas formas lo extrañaba, pero no podía saber que estaba en la casa de otros chicos o si no haría un escándalo y eso quería evitar a toda costa y por otro lado ya mañana empezaría a trabajar. El problema era que solamente había salido una vez y no conocía el camino.

– ¡Bill necesito que me hagas una favor!

– ¿Cuál seria Bella?

 – necesito que me enseñes el camino para poder regresar a casa ya que no se lo puedo pedir a Gustav. – digo algo avergonzada y ruborizada.

– ¿y cuando seria eso?

– uhm… ¿mañana?

– lo siento, pero no podré, saldré muy temprano y no creo que quieras ir conmigo, ¿Por qué no se lo pides a Tom?

– ¿estas demente? ¡Prefiero ir sola con ayuda de un mapa!

– es lo único que puedo ofrecerte, no pienso dejarte salir sola a la calle. ¡Tom ven aquí!

Se acerca a nosotros un tanto irritado. – ¿Qué quieres Bill?

– quiero pedirte que mañana acompañes a Bella a su trabajo y le enseñes el camino.

– ¡eso ni hablar, que vaya sola ya esta bastante grande para eso!

– pero no sabe el camino así que se lo enseñaras tu. – dice con una sonrisa burlona.

– ¡en tus sueños! Y si ese fuese el caso ¿Por qué no la llevas tu?

– yo tengo otros compromisos así que no la podré llevar. – siente el timbre y se dirige abrir.

– ¡Tom no te escapes llevaras a Bella a su trabajo y se acabo!

Llega con otro chico a su lado y empieza a gruñir. – ¡te he dicho que salga sola, no nació acompañada!

– Tom me extraña que no quieras acompañar a una chica tan linda como ella a su trabajo. – dice el chico recién llegado y se sienta a mi lado.

– ya se me hacia raro, pues iré sola no te preocupes.

– Bill y ¿Por qué no la lleva Georg?

Me levante enojada y lo encaro. – ¿tu estas loco o te haces?, ¿Por qué dejarle la responsabilidad a alguien que no conozco?, ¡eres de lo peor Thomas si no quieres llevarme solo dilo y ya! – la rabia me consumía, no aguantaba más aquella situación y tampoco me había dado cuenta de lo cerca que estábamos el uno del otro baje la mirada y con algo de pena dije. – lo siento Bill por este escándalo…

Salí lo más rápido que pude del lugar y empuje a Tom para que saliera de mi camino, no podía creer que fuera tan idiota. ¿Por qué estaba llorando?, ¿tanta rabia me había dado al saber que Tom no me llevaría? De todas formas no quería pedirle ayuda.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Capitulo 8

a casa, Gus llevo la maleta que no me acordaba que tenía. Era muy grande esa casa, miento no era una casa era una mansión pero era muy linda, llena de vegetación me gustaba mucho y por dentro era más impresionante.

Me sentó en el sillón de la sala de estar, frente a una enorme escalera que daba al segundo piso y grita el nombre de Tom, no pensé nada malo porque en este mundo existen muchas personas con ese nombre, pero me había equivocado, él bajaba poco a poco, no me lo podía creer ¿yo y Tom bajo el mismo techo?

– ¿Qué haces aquí? – dije atónita por la situación.

– eso debería decirlo yo puesto que es mi casa ¿no? Es verdad… no podía hacer nada contra eso.

      – Tom ¿Por qué no la ayudas con sus cosas?

 – ¡no necesito ayuda de nadie y mucho menos de él, yo puedo sola!

      – ¿pero estas enyesada?

– eso no es impedimento para subir las escaleras.

     – ella ha hablado, con su permiso me retiro. – me mira y da media vuelta, subiendo nueva mente las escaleras.

– discúlpalo suele comportarse así, es un completo tarado.

– no te preocupes lo entiendo, Gustav ¿me ayudas con la maleta?

– claro, Bill ¿A dónde la llevo?
    
     – ¿te llamas Bill?
    
          –lo siento no me he presentado, el tarado de mi hermano se llama Tomas y yo me llamo William, pero todos me conocen como Bill.
– uhm… a tu hermano ya lo concia Bill. – asome una mueca mirando a otro lado.


– ahora todo con cuerda… bueno ven te llevo a tu habitación. – pasa una de sus manos por mi cintura y empieza a caminar lentamente, al llegar las escaleras se me hacían interminables, él se dio cuenta y me tomo en brazos.

Es muy amable y muy dulce, la chica que este con Bill tiene mucha suerte. Pensé en mis adentros. Me dejaron sola en mi habitación, era muy linda el que la haya decorado tiene buenos gustos.

Me tire a la cama pensando en todo lo que había sucedido, y en que será de Jared… tal vez necesitaba dormir, estaba agotada y pensar que estaba en el mismo techo que… Tom no me hacía gracia, aunque me gustaría pedirle disculpas por lo que había ocurrido. Mire el teléfono, lo tome y llame a mi novio, no aguantaba más necesitaba saber si estaba bien, si… se habría preocupado al no saber nada de mi…

– ¿halo? –dice algo adormilado.

    – hola amor, ¿Cómo estás?

– ¡hasta que por fin te dignas en llamar!, ¿sabes lo preocupado que estaba? Algo extrañado de su reacción conteste.

– ¿fuiste a mi casa?

– ¡claro que fui a tu casa al saber lo sucedido, pero no encontré respuestas!, ¿Dónde estás?

–em… estoy en casa de Gustav, no te preocupes que estoy bien.

– sabes que no me gusta que estés con ese sujeto, debiste de haberme llamado a mí para ir a buscarte.

– no pude llamar y Gustav fue el primero en llamar, sin él yo ahora no estaría hablando contigo.

– dije algo enojada.

– ¡pues quédate con tu amiguito, ya me di cuenta que lo prefieres a él!

– cuelga el teléfono.

– ¡eso no es verdad!... ¡me ha colgado el muy idiota! Colgué y me volví a tirar en la cama, ¿tendré que estar encerrada en este lugar para siempre o por lo menos hasta que pueda encontrar una casa y mudarme?, Tom… ¿seguirá enojado conmigo? ¡Ha Bella esto es un desastre! Me senté en mi cama, mire la puerta y dije. – es mejor arreglar las cosas con Tom, no quiero que haya un ambiente tenso en esta casa. Me pare, busque mis muletas y Salí de la habitación.

– ¡ahora!... ¿Cuál de todas las puertas será la entrada a la habitación de Tom? – Camine lentamente recorriendo el segundo piso, de verdad era grande la casa, pero una puerta llama mi atención…

– ¿será la habitación de Tom? – me pregunte y mientras eso sucedía la puerta que estaba al frente de mi se había… ¿Qué aria ahora? Mira algo fastidiado.

– ¿estando tu aquí ya no podré tener intimidad?

– ¡no es eso Tom! Es solo que… – ¡solo nada!, ¿que acaso no te importo meterte en mi casa sabiendo que yo vivía en ella?, pues ya conseguiste lo que querías, ahora déjame en paz.

– ¡idiota solo venia a pedirte unas simples disculpas, ya que vamos a vivir juntos por un tiempo pero el señor egocéntrico cree que estoy aquí por él, te lo aclaro de inmediato no vine aquí porque yo quería sino porque no me quedaba opción y además no tenía la menor idea que vivías aquí! – doy media vuelta hacia mi habitación. – ¡contigo no se puede hablar! Sentía como clavaba su mirada acusadora en mí, pero no me gire para ver que rostro puso después de aquello.

– tampoco me interesa lo que te haya sucedido, si mi hermano te tiene aquí pues tendré que soportar, espero que no te entrometas en mis cosas. Eso si me había sacado de mis casillas, abrí la puerta de mi habitación y me gire furiosa.

– ¡y yo espero lo mismo de tu parte, no quiero verte en mi camino! – cerré la puerta de un golpe, ¿Qué se creía por tratarme así? Pero en fin, estamos en la misma casa y será imposible no encontrármelo en algún sitio.

Había pasado una noche, para haber empezado no fue tan mala como me lo estaba imaginando, pero en fin hoy sería un largo día sin nada que hacer. Me levante sin ganas, me bañe y me puse algo liviano y fácil de poner. Me paro unos segundos frente a la puerta agarrando fuertemente el cerrojo.

– Bella no creo que te lo encuentres en la mesa, ya te lo ha dejado muy en claro que prefiere encerrarse en su pieza hacer que se yo. – abrí la puerta y me empecé asomar lentamente, miro hacia uno de los lados y ahí estaba, con el corazón a mil retrocedí y cerré la puerta como la noche anterior.

– Bella… definitivamente será más difícil de lo que creí.

jueves, 9 de agosto de 2012

Capitulo 7

Aquella noche intento dormir, pero en la cabeza del chico había algo que no se lo permitía. – Si lo sabia perfectamente era ese coraje que le tenia a Isabella, en fin no puedo dormir y la noche es joven ¿Qué mejor que salir a distraerse? No era una mala idea en lo absoluto.

– ¡hey espera un segundo!, ¿Cómo sabes lo que pensaba ese chico? – dijo uno de los que escuchaban la historia.

– me lo platico mi mejor amigo… él para los gemelos Kaulitz es como su almohada, ellos se cuentan todo junto a otro chico, ellos cuatro no tienen secretos entre si.

– que interesante… ¿nos sigues contando que sucedió después?

– por supuesto…en aquel entonces me sorprendía de como el mundo podía llegar a ser
tan pequeño, como dos seres pueden tener a una o más personas en común. Él fue sincero conmigo, no era un psicópata ni nada de eso… mientras que yo soy una falsa.
Estaba acostada en mi cama pensando, analizando y como iba hacer para que Thomas me perdonara. En ese instante sentí golpear la puerta, era mi mejor amigo y por inercia lo abrace fuerte…

El corresponde a mi abrazo y asiente. – Bella… ¿Qué sucede?

– quiero un abrazo… Gustav no sé porque me duele lo que sucedió…

– Bella tu sientes algo por Tom, aunque no quieras asimilarlo
– ¿yo sentir algo por ese sujeto que me dijo enferma?, ¿sentir algo por ese sujeto tan egocéntrico? ¡Por favor Gus me sorprendes, sabes perfectamente como son mis gustos! Además… ¡tengo novio, que no se te olvide que estoy con Jared y lo amo!

– eso es lo que tratas de creer, es así como quieres que sean las cosas, pero tu corazón te dice lo contrario. – después de aquellas palabras se va, dejándome sola en aquellas cuatro paredes.

Pasaron los días, no sabía absolutamente nada de mi mejor amigo y mucho mejor de aquel chico que tocaba con él. Aun seguía trabajando con Dior y seguía viendo a… Derek, si bien ya no me maltrataba psicológicamente por así decirlo ahora me evitaba pero me sentía mejor ya era un paso que habíamos dado… creo.
Aun puedo recordar aquel día, era viernes en la tarde, yo estaba en casa descansando.

Todo comienza con un simple sismo que cada vez más fuerte, me estaba asustado y estaba en el en el segundo piso, no podía escapar así que como pude me fui a una de las paredes de mi habitación y me quede hay en posición fetal, sintiendo como mi hogar se iba abajo.

Vi mi vida en un segundo, en especial aquellos momentos que pase junto a Thomas, iba a morir aplastada sin poder hablar con él, sin poder pedirle disculpas y sin decirle lo que sentía por él. El ruido ahogaba mis gritos y llanto, sentía que algo me aplastaba fuertemente una de mis piernas, cerré mis ojos sin dejar de pensar.
Sentía como sacaban los estorbos, en especial una voz dulce pero grave a la vez, asustadiza como la de un niño que ha perdido su juguete favorito pero a la vez con tanto alivio de haberlo encontrado. Abrí mis ojos y estaba hay gritando mi nombre se arrodillo frente a mi y junto a los rescatistas me sacaron.

Me toma en brazos, yo lo abrazo fuerte sin dejar de llorar. – ¡Tom tenía miedo, tenía miedo de no volverte a ver!
  –ya estoy contigo Bella, todo ha pasado y te encontramos viva que es lo que importa.

– ¡creía que iba a morir, de verdad tenía mucho miedo!

Me deja recostada en una camilla que estaba cerca del lugar del desastre y dice. – ya todo paso Bella, ahora cierra tus ojos después de esto tienes que descansar.
Lo mire con mis ojos inundados de lágrimas  las cuales él las seca con sus largos y a la vez no tan gruesos dedos. Se empieza acercar lentamente a mí, vi sus labios muy cerca mío en ese instante cirros mis ojos esperando que lo que tenia que suceder en aquel instante sucediera, en vez de eso levanto lentamente mis parpados y visualizo una habitación blanca...

– ¿Dónde estoy? – digo algo aturdida.

     – ¡Bella despertaste!

– ¿Dónde está Tom?

– estas en el hospital, estabas en estado de shock cuando te sacaron los rescatistas y por lo de Tom el debe de estar en su casa, supongo si es que no se ha ido de fiesta, ¿Por qué la pregunta?

Pero… ¡si él me salvo, me saco de ese lugar!, ¿Por qué no está conmigo?... al parecer… solo fue un sueño. – no… por nada, ¿Qué fue lo que sucedió?

  – hubo un sismo muy fuerte, tu casa colapso y se vino abajo contigo a dentro, yo estaba afuera y vi como todo se iba a bajo en ese momento no pude hacer nada así que llame a los bomberos y una ambulancia. Tienes tu pie derecho fracturado  y por suerte no ocurrió nada grave que lamentar.

   – ¿has llamado a Jared?

             – ¿para qué voy a llamar a ese bueno para nada? Bella sabes que con ese sujeto no nos llevamos bien y tu sabes perfectamente porque.

  – lo siento, Gustav… ¿Qué voy hacer ahora? No tengo donde vivir y he perdido todo.

  – amiga mía pudieron sacar una maleta y un poco de ropa, así que no perdiste todo y lo otro, le he pedido a un amigo que te aloje hasta que encuentres una casa, no te preocupes que todo está solucionado.

        – eso espero…

Después de eso el médico me reviso y me dio el alta, mi mejor amigo fue tan lindo de comprar algo para poder cambiarme e irnos a la casa de su amigo, me iba a sentir extraña en un lugar donde no conocía a nadie, y sin Gustav me sentiría muy sola.

 – ¡hemos llegado!

           – ¿es aquí?  – dije mirando hacia afuera.  –¡es más grande que mi propia casa!, Gustav… ¿estará bien si me quedo?
  – claro que si, hable con él y me dijo que no había problemas en que te quedaras.
Suspiro y asiento. – está bien Gustav, me convenciste.

Se bajo del auto dejándome adentro, toco el timbre, dijo unas palabras que no pude descifrar. Abrí la puerta del auto para poder bajar y en eso sale alguien, de pelo rubio platinado, por cierto muy guapo me miro sonriente y se acerco a mi.

   – ¡hola Bella!, espero que te sientas muy cómoda con nosotros, para mi y mi hermano será un gusto tenerte aquí, te puedes quedar el tiempo que desees.

        – emm… gracias, pero solo me quedare hasta que me quiten el yeso, pueda conseguir una casa.

  –ven, te ayudo a entrar a la casa porque si nos quedamos aquí pensaran lo peor.

Entramos a casa, Gus llevo la maleta que no me acordaba que tenía. Era muy grande esa casa, miento no era una casa era una mansión pero  era muy linda, llena de vegetación me gustaba mucho y por dentro era más impresionante. Me sentó en el sillón de la sala de estar, frente a una enorme escalera que daba al segundo piso y grita el nombre de Tom, no pensé nada malo porque en este mundo existen muchas personas con ese nombre, pero me había equivocado, él bajaba poco a poco, no me lo podía creer ¿yo y Tom bajo el mismo techo?

jueves, 2 de agosto de 2012

Capitulo 6

El chico que paseaba a su perro siguió contándome más de su vida, hasta que una voz familiar, pero muy familiar se hace presente – ¡bella! ¿Qué haces con Tom?

Lo observo y le respondo perturbada – ¿Gustav?, ¿Qué haces aquí?, ¿conoces a Thomas?

– claro que si, es el guitarrista de la banda en la cual toco, ¿por que?

  Alza una ceja y dice – ¿alguno de los dos me puede explicar que sucede?

– ella es Bella, mi mejor amiga, a la cual siempre voy a ver y por la cual ustedes me molestan.

– pero ella no se llama Bella, se llama Taylor. ¿OH me equivoco? – me fulmina con la mirada. 

No podía hacer nada más, mi mentira ha llegado a si fin… ¿Qué hacer en estos momentos?, ¿decir la verdad y que me odie? Ni pensarlo.

   – Tom ella es Bella… ahora entiendo todo. ¿Qué hiciste ahora Isabella? – pone los ojos en  blanco y me fulmina con la mirada.

Genial ahora los tenía a los dos matándome con la mirada, ¡que situación más bochornosa!, ¡OK ya di la verdad! De todas formas Gustav te matara… trágame tierra… antes de pronuncias la primera palabra respire hondo.  – lo siento, Tom… la verdad es que me llamo Isabella, pero todos me conocen por Bella… Gustav,  el es el chico con el cual choque la otra vez, y el de la heladería.

  – ¿pero porque no me dijiste su nombre?

– ¡porque en aquel instante no lo sabia!

 Saliendo del lugar de la escena bochornosa – me largo, me aburrí de las mentiras, Taylor, Bella o como sea que te llamas me decepcionaste y espero no verte nunca más en la vida, odio las mentiras.  – mira a Gustav de re ojo. – Gus nos vemos en el estudio y trata de alejarte de mitómanas como ella.


No… ¿de verdad me dijo mitómana? Eso es una enfermedad en donde las personas mienten por todo…eso… dolió…   preferí salir corriendo del lugar, chocando mi hombro con su corpuloso cuerpo. ¿Qué me sucedía?, ¿mi día no podía terminar mejor?, mi mejor amigo conocía al chico, el chico conocía a mi mejor amigo y yo ahora soy una mentirosa para él… debe odiarme…

Cuando una tragedia ha de ocurrir, no solamente viene una, sino… vienen varias atrás de esta…
Mientras que en otro lugar de la ciudad…

– ¡Ahhh! que rabia me da esa chica!, ¿Por qué me miente todo el mundo?, ¿para después presumir que esta con el gran Thomas Kaulitz? Ja, no tenia para que cambiar su nombre. – dice caminando en círculos enojado y tirando todo lo que había a su paso. – ¿Qué le sucedía al macho Thom Kaulitz? Ese no soy yo, no lo era y eso hacia aumentar mi enojo.

  – ¿Qué te sucede Thom?, estas hecho una fiera, ¿acaso la chica con la que estabas saliendo te dejo con las ganas?

Le tira una almohada, mientras le decía. – ¡Bill para con tus chistes de mal gusto no estoy de ánimos!

   – entonces… ¿Qué paso con la chica de la cual tanto me hablabas?

  – ella es una mentirosa, ¡me mintió, me dijo llamarse Taylor pero se llamaba Bella, Isabella, velador ya no lo recuerdo!  – le respondo a su  hermano mientras se sentaba en la cama y se tira hacia atrás.  – ya no se quien es, y lo peor es que Gustav la conocía perfectamente.

Su hermano gemelo hace silencio, mientras se acercaba a él y se acomoda a su lado. – ¿es aquella chica con la cual siempre molestamos a Gustav?

  – es ella… ¡arg no se porque me da tanto coraje!

  – ¿será que sientes algo por ella y te ha dolido lo que hizo?

– Por favor que cursilerías hablas Bill, ¿yo sentir algo por alguien? Es una barbarides, el amor no es para mi, siempre he estado con muchas chicas y por ello me he ganado la fama de mujeriego, mi política siempre ha sido ¿para que amarrarse a alguien si cuando te aburres de ella puedes mandarte a cambiar? Y como también puedes hacer lo que quieras sin darle explicaciones a nadie. y… esta vez no iba hacer ka excepción a esa regla…Bill por favor ¿Qué estas diciendo?, sabes como soy y no pienso cambiar. Se paro de su lado, escupiendo aquellas palabras con una sonrisa burlesca que era imposible ocultarla.

     –Thom soy tu hermano y se lo que sientes…

Le interrumpió.  – si es por aquella “supuesta conexión entre gemelos” y bla, bla, bla ese sermón me lo se de memoria, gracias.

  – tus actos te delatan. Pero si quieres hablar sinceramente tu sabes donde buscarme.  – se para un tanto molesto y se va.

Aquella noche intento dormir, pero en la cabeza del chico había algo que no se lo permitía. – Si lo sabia perfectamente era ese coraje que le tenia a Isabella, en fin no puedo dormir y la noche es joven ¿Qué mejor que salir a distraerse? No era una mala idea en lo absoluto.

martes, 10 de julio de 2012

Capitulo 5

Después de aquella llamada Salí Carriedo de casa, grandioso como olvidar algo tan importante. Cuando llegue a mi trabajo, como siempre tengo que tropezar con alguien.

– ¡ten más cuidado!

  – vaya, vaya mira a quien tenemos aquí si es Bella la torpe.  – dice con un tono burlesco.

– basta de molestarme, dime ¿Qué te he hecho?

    – pensaba que seria un lindo día pero me equivoque, tu lo estropeas todo.

– ¡ya basta!, ¡tenemos que hablar de esto y ahora! – dije cabreada, estaba aburrida de sus malos tratos siendo que antes éramos buenos amigos… no lo podía soportar.
– No tengo tiempo para perderlo contigo Bella así que sigue tu camino.– dice mientras retoma el paso.

Lo detengo de un brazo y le doy media vuelta. – ¡conmigo vas a tener que hablar por las buenas o por las malas!

Suspira y responde. –  esta bien, así dejo de escuchar tus gritos, ¿contenta?

Salimos del gran edificio y nos sentamos en un parque cerca del sector.

– ahora dime ¿Qué tienes en mi contra?

– ¿Qué quieres que te diga?, no hay nada de que hablar solo vine para que dejaras de molestarme. – dijo

No guante más y explote, le grite con todas mis fuerzas ¡solo habla, se supone que éramos buenos amigos y desde que llegue a la puta empresa no haces más que joderme la vida!

Él se me acerca un tanto agresivo, comenzaba a tener miedo de lo que sucediese. Me agarro de los brazos, empieza a sacudirme y a gritar  ¿acaso no te das cuenta de que yo te amo?, ¿eres tan tonta como para no darte cuenta?

¿Mis oídos acaban de oír bien?, ¿Derek me acaba de decir que me ama? En aquel momento quede en en shock ¿Cómo podía ser eso posible? Siempre hemos sido amigos hasta… – Derek, ¿Qué estas hablando?

– ¿acaso tengo que hacerte señas para que te des cuenta?, ¡Bella tu me gustas, desde siempre me haz gustado pero tu no te das cuenta y cuando empezaste a salir con el entupido de Jared no tenia más remedio que alejarme!

– ¿es por eso que me haz tardado así todo este tiempo? – respondí algo aturdida, y a lo cual el asintió con la cabeza.

No podía decir nada, me aleje de Derek y Salí a correr, lejos de todo, donde aquellas palabras no pudieran alcanzar, pero era imposible. Mi mente estaba perturbada, mis pensamientos me inundaban y se me hacia cada vez más difícil  correr. Entre paso y paso que daba sin querer tropiezo con alguien.


Abrazándome para que no cayera – tienes que tener mucho más cuidado, o quizás no tengas la suerte de encontrarte a alguien tan sexy como yo.

Me separo un poco de ese chico y lo miro de pies a cabeza, genial el día no podía ser peor. – ¡hey tu!, ¿Qué haces aquí?

  saco a pasear a mi perro, ¿acaso el parque es tuyo?

 – emm… no para nada solo que me sorprendió verte aquí.

–ya se que soy muy sexy para que me veas caminando por estos lugares, pero no exageres.

    – ja, ja, ja muy gracioso. – dije irónicamente, y supiere.

– Taylor ¿te gustaría pasear conmigo por el parque?

    – esta bien, me servirá para distraerme y por cierto lindo perro. – Bella ¿Qué te sucede?, cada día estas más loca además te haz puesto roja, genial… aunque será mejor que lo disfrute…

Pase la tarde en aquel lugar, jugando con el perro de Tom y  conversando y conociéndolo más. A pesar de todo no era mala persona, solo era un chico egocéntrico que al parecer le falto cariño paterno… aun así me empezaba a caer bien.

Me contó que formaba parte de una banda de rock y la cual su nombre se me había olvidado como de costumbre.

 – ¿así que tienen un baterista que se llama Gustav? Que genial, mi mejor amigo también se llama así y toca la batería.

   Él sonríe y me queda observando, luego responde – quizás lo conozca o estemos hablando de la misma persona.

– no… lo dudo, Gustav no se jugaría con personas tan egocéntricas y mucho menos formaría una banda.

El chico que paseaba a su perro siguió contándome más de su vida, hasta que una voz familiar, pero muy familiar se hace presente – ¡bella! ¿Qué haces con Tom?

jueves, 19 de abril de 2012

Capitulo 4

– ¡hay Gustav como me conoces! – cerré la puerta, preparándome para lo que sucedería a continuación.

– ¿Qué es lo que paso? – se sienta en el sofá y me fulmina con la mirada.

Cierro la puerta y me siento a su lado, suspiro y le digo – lo que sucede es que no puedo sacarme de la cabeza a un chico que por accidente choque con él y… cuando estaba con Jared creí por un instante que era ese sujeto.

– ¿sabes cómo se llama?

– no lo sé Gustav, no lo sé… – me paro de una y camino hacia la cocina por un vaso con agua. – ¡era un odioso, el muy idiota casi arruina mi trabajo!

Aparece en la cocina diciendo. – hay Bella, ¿Qué te dijo Jared? –
¿Decirme algo? Solo se enojo y se fue, ¿Qué más podría decirme? Nada, no tiene razones para pensar algo aunque conociéndolo bien habrá pensado que lo estoy engañando. – solo se enojo y se fue. – Gustav no izo nada más que negar con la cabeza.

Pase una semana en casa, mi querido amigo me visitaba en las tardes y se preguntaran que ha sido de Jared, pues ni rastros de ese hombre, en ocasiones pensaba ¿seguirá enojado? Yo creo que sí.

Ese día preferí salir de casa, tenía unas ganas inmensas de ir a la heladería, me arregle y me encamine al lugar donde hacían los mejores helados y batidos de la ciudad. Me senté en un lugar que tuviera vista hacia afuera de la tienda, pedí un batido y espere a que me lo trajeran.

Mire hacia afuera ida, pensando en… – ¿Por qué no paro de pensar en él? – dije pensando en alto.

– ¿pensar en quien? – dice una voz.

– En el chico del otro día – le respondí, espera un momento… giro mi cabeza hacia donde provenía la voz y lo veo ahí sentado. – ¿Qué haces tu aquí?

Sonriente dice – pasaba por aquí, te vi y me dije porque no ir a saludar.
¿Este tipo estaba loco?, ¿todavía se acordaba de mí? Esto sí que me deja sorprendida. – pues ya me has saludado puedes retirarte. – le dije cortante.

– ¿ya quieres que me vaya?

– ¿Qué comes que adivinas? Además no te conozco para empezar una conversación.

– en estos momentos estamos entablando una conversación linda, a todo esto el otro día no me dijiste tu nombre.

No quería decirle mi nombre, ¿qué pasaría si es un psicópata? – me llamo Taylor, ¿y tú?

– me llamo Thomas, pero dime Tom linda. – al terminar la oración pone una de sus sonrisas picaras.

Mi gran error fue nuevamente mirarlo a los ojos, no podía despegar la mirada… ¿Qué me sucedía?, pues no lo se. Pasaron muchas cosas por mi cabeza y no podría permitirme esto, cerré los ojos y los apreté. ¡Bella no para ahora! Saque mi billetera intentando sacar el dinero para pagar el batido e irme, pero se me fue imposible mis nervios hicieron que se me cayera todo me agache para recoger la billetera, pero me detuvieron y Thomas la recogió por mi y me la paso deje el dinero y justo veía el camarero con mi batido.

– señorita aquí tiene su batido.

– ¡pues déjeselo al señor aquí el dinero esta en la mesa. – Salí prácticamente corriendo.

No podía sentir esto por ese sujeto, no podía por un lado estaba Jared y por otro Thomas… genial vida la mía.

jueves, 22 de marzo de 2012

Capitulo 3

Salí corriendo del edificio no quería seguir escuchando sus insultos, no quería… saber que si había perdido a mi amigo… Derek ¿Cuándo fue el momento en que cambiaste?

Camine rumbo a casa, pensando en Derek el maldito canija sabe como ponerme mal como desearía que todo volviera a ser como antes…

– ¡hey Bella se nos hace tarde!

– ¡Ya lo se lo siento!– dije corriendo hacia él.

– nada de lo siento, es nuestro ultimo día en la universidad y ya vamos atrasados, ya me imagino cuando estés trabajando dice en un tono burlesco, que a mi no me causaba mucha risa.

– Muy chistoso ya vámonos que se nos hace tarde – reí, le pase y seguí corriendo.

Extraño esos recuerdos, en donde nada nos preocupara, donde todo estaba bien entre los dos, como viejos y buenos amigos que solo querían vivir la vida de una forma alegre...

Seguí caminando mientras aquellos recuerdos tan alegres venían a mi mente, estaba desorientada y ya se hacia de noche.

Caminando entre callejones me doy cuenta que llegue al lugar donde hoy choque con ese sujeto…


– ¿Qué estoy haciendo aquí? – dije para mis adentros, estaba desorientada y no lograba entender que estaba haciendo. De repente escuche la voz de alguien que me llamaba.

– ¡Bella, amor! – gritaba Jared, me di media vuelta para verlo, pero era demasiado tarde, me había atrapado con sus enormes brazos. – ¿Qué haces a estas horas en la calle? Te pudo haber pasado algo.

–no es nada… solo quería distraerme, ya sabes el trabajo me estresa un poco. – mentí, no podía contarle mi pequeño altercado con Derek y menos decirle que no paraba de pensar en el sujeto de la tarde… solo me quedaba disimular.

– ¿estas segura que estas bien?, te veo algo ida.

Lo abrazo más fuerte y le digo – si estoy bien, solo me ha dado algo de frío eso es todo. – me apegue a Jared y puse mi barbilla en su hombro viendo el paisaje que había detrás de él y lo veo… ¡no podía creerlo, me estaba volviendo loca! ¿Qué hacia él aquí?, ¿me estaba siguiendo?, ¿será un psicópata que anda en mi búsqueda? Asustada me despegue de mi novio, trate de mostrar serenidad y así no asustarlo.


– será mejor que nos vayamos, hace mucho frío y puedo resfriarme.

– claro amor, como digas.


Me tomo de la mano, yo mire nuevamente hacia atrás para asegurarme que no nos seguía, pero no estaba… definitivamente me estaba volviendo loca.

Jared me llevo a casa, lo hice pasar un rato le invite a tomarse un café y nos quedamos platicando un rato en el sofá. Me contaba de cómo habían sido sus días sin mi, de lo cuanto que me extrañaba y yo… en otro mundo, en un mundo donde solo estábamos yo y… aquellos ojos tan hermosos.

–te amo. – empezó a besarme, yo correspondía a sus besos y caricias, sentía cada parte de su cuerpo tan cerca del mío. Estábamos pasando de nivel, aquellos besos se volvían cada vez más apasionados, mi mente se alejaba de la realidad y comenzaba a olvidar lo sucedido aquel día menos una… aquel rostro, aquella mirada se hacían mas fuertes en mi mente, lo veía tan real ¿porqué? Abrí los ojos rápidamente aleje a Jared como pude de mí, el corazón estaba a punto de salir de mi… ¿porqué?

– ¡lo siento Jared no puedo! – dije sentándome en el sofá y agarrando mi cabeza con mis manos. –¡lo siento!

– ¿Qué te pasa? – dijo con un tono molesto, que ni yo podía entender.

– estoy cansada eso es todo.

– espero que esa eso, yo mejor me largo. – dijo mientras se ponía de pie, pero a mi no me importaba existía algo mucho más importante en que preocuparse.

Aquella noche no quería saber de nada y de nadie así que apague mi celular, desconecte los teléfonos, apague todas las luces y me acurruque en el sofá pensando en el chico.

Abro mis ojos y no me había dado cuenta de que ya amaneció, <> dije mirando a todas direcciones. Pasaron unos segundos de silencio absoluto y tocan fuertemente la puerta.

– ¡ya voy! – dije mientras me dirigía a la puerta.

– ¡hey tarada me tenias asustado!

– ¿Por qué Gustav?, ¿Qué hice ahora?

– ¿Qué te sucede que no contestabas el celular?

– lo apague, llegue muy tarde y tenia sueño. – dije nerviosa.

– ¿y el teléfono de tu casa?

– también, es que de verdad quería dormir.

Gustav me hace a un lado, entra a la casa y me fulmina con la mirada.

– no te creo.

– ¡hay Gustav como me conoces! – cerré la puerta, preparándome para lo que sucedería a continuación.